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sábado, 26 de octubre de 2013

Lo que poco importa puede esperar

Soy duro de oído, me cuesta mucho trabajo seguir conversaciones ajenas, al recoger palabras y no frases enteras me entero poco o nada de lo que se comenta, así que evito pegar la oreja, se notaría demasiado. Ayer hice un esfuerzo ya que la ocasión lo merecía.

Estaba en el pasillo de la consulta de fisioterapia esperando mi turno e impaciente por llevar casi una hora de retraso cuando una mujer de pasados cincuenta años se sentó a mi lado, venía caminado apoyada en una muleta y agarrando con el otro brazo a un simpático y atento celador, sonreía todavía por las ocurrencias de su acompañante mientras le comentaba con evidente dificultad en el habla a su vecino de asiento -el del otro lado- lo bien que se portaban con ella en el hospital.

Viuda desde muy joven -creo que dijo a los treinta y seis-, cinco hijos, el más pequeño veintiuno, con una pensión de cuatrocientos cincuenta euros -lo decía sin rastro de victimismo- y a día de hoy con una parálisis muy acusada por motivo de una lesión cerebral. Tenía suerte decía, todos sus niños trabajaban, los mayores habían estudiado Magisterio -vaya crack del gobierno la mujer- y ejercían de docentes, las medianas militares; el menor estudiaba y trabajaba a tiempo parcial en una productora. Seguía sonriendo, esperaba que dieran las doce, hora de su sesión diaria de rehabilitación; y mientras charlaba animadamente con su compañero de fisio, a unos quince metros de ella en el umbral de la consulta, una afónica enfermera se esforzaba por repetir el nombre de algún despistado paciente... ...ah, sí, soy yo, perdone.

lunes, 21 de octubre de 2013

Música afrocubana

Viniendo a colación con el 88 aniversario del nacimiento de la reina del azúcar, Celia Cruz (el doodle de Google es hoy para ella), estoy recopilando una serie de temas de raíces africanas que tengan relación con el origen de la música en Cuba. No, nada que ver conmigo, soy morenito y tal pero no tengo el gusto ni el son, por eso estoy interesado en el tema, por su compás, diferente al 4/4 occidental con el que nos hemos criado la mayoría de nosotros.

Curiosidades aparte -enlaces externos- he escogido unos cortes de Lázaro Ross, Abbilema o Yoruba Andabo como comienzo de algo que me lleve a Tito Puente, Mongo Santamaría, Beny Moré o cualquier monstruo de ese calibre. La métrica de los primeros sirve para darme cuenta de lo ignorante que soy musicalmente hablando y la de los segundos me entra por los oídos como ninguna otra lo hace, tan rica en instrumentos graves o agudos de viento, cuerda y percusión.

No entiendo la conexión entre ritmos caribeños y un servidor, se me escapa, pero sería de idiotas renegar de algo que viene de dentro aunque le encuentre a la historia cierta similitud con la japonesa que va a clases de flamenco vestida de bailaora.

martes, 8 de octubre de 2013

Historias de la red

En esta época que nos tocó vivir, donde la imagen convive en dos mundos paralelos (analógico-digital) reventando así la diferencia entre realidad o ficción, mandando al paleolítico los retoques y alisados en los cuerpos de las chicas del Interviú o el falso ovni que pululaba sobre un cielo claroscuro, hay que hilar fino para no creer en un engaño.

Los unos y los ceros forman parte de nuestras vidas y como números que son pueden combinarse infinitamente sin depender mucho si el cálculo es matemáticamente probable o políticamente correcto, no sé si me explico, quiero decir que como no hay profe no hay control. Así vivimos, bajo este halo de responsabilidad individual y colectiva, que hace importante a cada bicho viviente da igual raza, sexo, identidad, clase social, ... Y aunque la mayoría lo tiene claro, siempre hay excepciones.

Creo yo, desde mi pequeño rincón, que la mayoría de nosotros/as usamos la red para comunicarnos, independientemente publicitemos algo o no, lo usemos como negocio o pasatiempo; casi siempre sumamos en beneficio de la información, del conocimiento. Para toda esa gente que se dedica a hacer daño a terceros también sirve, sobre todo a los cobardes que se escudan detrás de una pantalla a sabequienkilómetros de distancia maquillando malas intenciones con bonitas -y fáciles- palabras dirigidas a oídos confiados. Como la vida misma.

lunes, 7 de octubre de 2013

Broderl

Mientras permanezco in queue de la medical consultation, ask myself si esta obsesión por to learn english no acabará con la riqueza de los languages and the identity of los mismos. Dentro de a bit, if you want presentarte like a pinche de jardinero en contract practices para el ayuntamiento de Fonsagrada will be necesarios two years de experience en London Town y conversación fluida allroad. Por cierto, in most cases, la gente que le da tanta importancia al inglés for the every day they have no fucking idea de hablar siquiera su lengua nativa como para to know the others...Una cosa es necesidad laboral y otra torpeza cultural, sometimes confused terms.

En vista de que vamos a peor, a ver si nuestros nietos no acaban llevando un cachete -de nuestros hijos- por hablar en catalán, gallego o tigriña de Eritrea. Quizá ignorar de dónde venimos, quiénes somos y a dónde nos lleva esto favorece bien poco el desarrollo cultural de cada pueblo; por historias de este tipo, acabamos presentándonos como de la capital siendo de Villacorrillos del Socorro de Abajo. Lo voy a dejar aquí que se me está poniendo la tecla larga.