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miércoles, 30 de diciembre de 2015

lunes, 21 de diciembre de 2015

El estanque del gigante pascual

En cualquier lugar dibujado entre montañas vive nuestro amigo Pascual, si, en una humilde morada y se levanta muy temprano pero para ir a trabajar como protésico dental. Pascual es el mejor en lo suyo, lleva mamando oficio desde chavalín, ejerce las veinticuatro horas del día porque todo lo que habla, respira, come y sueña tiene relación con el oficio. Mecánico de precisión, salvador de muelas muertas, tornero, arquitecto, programador, enfermero, anestesista, psicólogo,... Pascual le pega a todos los palos con destreza sin igual, no tiene competencia que le haga sombra; aún así, él nunca está conforme, le gustaría ser buena persona, ayudar a los demás por encima de todo (y lo lleva haciendo cincuenta años). Como no tiene familia, Pascual pasa las navidades solo desde hace nueve años, no hay menú especial en esas fechas ni copita de champán: tortilla de patata en nochebuena, judías con arroz en navidad; fin de año: filete de pavo con rodajas de calabacín a la plancha, ensalada y flan con nata (mmm). Tiene una facilidad pasmosa para donar el dinero que va ahorrando todos los meses a comedores sociales, así evita tentaciones dice; además, desgraciadamente, la mitad de sus clientes dejan de pagarle las facturas con el comprensible argumento de que el hombre entiende que estamos mal.

Desde este rinconcito desear unas Felices Fiestas, sobre todo a tí Pascual.

martes, 1 de diciembre de 2015

Como una peli de vaqueradas

Mi abuelo, del que me acuerdo mogollón, se sentaba frente a la tele después de comer a ver el parte de las tres -como él llamaba al telediario- para así continuar siguiendo las noticias, con intención de actualizar las que escuchaba en la radio desde primera hora de la mañana o tal vez para apoyarse en un medio visual que corroborara lo que le narraba la ser. Después, con suerte, echaban una de John Wayne, cualquiera le valía pero mejor si era del oeste; cuantos más desiertos, forajidos, winchesters, pieles rojas y salones con bailarinas, mejor.

Aunque no haya rastro del señor Wayne, todavía conservamos parte de esa cultura americana. En mi casa celebramos Halloween y el Black Friday como si no hubiese mañana, la primera por la juerga, la segunda por la ropa, es un buen día para comprar a menor precio y dentro de campaña -esta frase es más de mi parienta-. Así vivimos nosotros, abonados a la importación yanqui en cuanto nos conviene, que para eso andamos finos, no nos perdemos una. Como éstos ejemplos, cincuenta mil.

Es curioso, por aspecto soy más indio que vaquero, más muyahidín que Navy, más Bob Marley que Johnny Cash. Incluso más tipo podemos que ciudadanos. Me alegro de ello, esa libertad en mi modo de pensar es la que no quiero perder a manos del fanatismo. Nada es más importante que vivir y dejar vivir. Incluso perdiendo.

lunes, 30 de noviembre de 2015

Con permiso del chef

Si echamos la vista atrás como unos veinte años el perfil de un cocinero era el del señor con bigote, poco pelo y pronunciada barriga que se manejaba entre ollas pirenaicas y cuchillos toledanos, donde el chorizo, el ajo, la cebolla o la patata eran ingredientes básicos en sus tareas culinarias. Las cosas han cambiado desde entonces, ahora entre materias priman cilantro, habaneros, wasabi o curry; también sus herramientas: envasadoras al vacío, robots amasadores, criogenizadores o planchas teppan para nitrógeno líquido; y que decir de los que gobiernan todo este cacao, druidas del siglo XXI con aspecto cybernético y actitud radical que dedican su tiempo libre -a éstos sí les queda- al filtreo, al sarao, al viajar, a la aventura en globo o al menos una escalada al Everest compartiendo tienda con César Pérez de Tudela. Son otros tiempos en los que los hombres queremos ser restauradores antes que futbolistas y ahorramos durante la semana para llevar a la parienta -agradecidas ellas- a cenar al restaurante de tal, que tienen menú a la carta original, me dijeron que allí cocinan fenomenal, pagas lo normal y no sales con hambre al final.

Este fin de semana y el anterior fuimos a gastar los cuartos a un par -tres- de estos locales. Sensaciones positivas: sabores atractivos y diferentes, atención cuidada, esmerada puesta a punto en cada plato; en negativo: precios desorbitados, cantidades insignificantes por ración -tienes que comer tres por persona mínimo- y, aunque en el paladar queda retrogusto de lo comido, a las dos horas le estábamos metiendo al cuerpo chocolate con churros en cantidades industriales. Merece la pena, todavía no lo sé, creo que tendré que volver a alguno de estos sitios para corroborar la opinión. Por lo de pronto, a la corta, caeré por algún mesón de tortillas, embutido y pimientos de padrón. Si están gorditos los que mandan, mejor.

martes, 20 de octubre de 2015

Millenovecento

Parece ser que los titulares en otro idioma llaman más la atención que los anunciados en el propio, así que siguiendo estas estrategias mercantiles la entrada de hoy tira por ahí.

Llevo un par de horas revisando el código de mis dominios, escrito así suena a batallas entre imperios medievales pero la historia de ésta es mucho más aburrida y siempre está sometida a guiones y variables. Me comen la tostada en la red, pierdo puestos "gracias" a todas esas aplicaciones -gratuitas o no ya me da igual- que facilitan al usuario códigos fuente para incrustar en sus webs con el fin de escalar puestos en el ranking de metabuscadores. Entonces se me plantea un dilema: ¿sigo apostando por la vía artesanal, es decir, la del papel y el boli, o entro a jugar con sus mismas armas?.....

.....Lo voy a plantear desde la perspectiva didáctica, como si fuese un trabajo de estudios o algo así, probaré una aplicación de estadísticas, un editor de programación sql y algún manual de marketing en la red a ver si puedo menear un poquito la lista del buscador, más que nada por orgullo personal.

martes, 29 de septiembre de 2015

Algoritmo de nada es siempre cero

Esta semana he tenido la suerte de conversar con alguien con quien me apetecía hacerlo desde hace tiempo; por circunstancias del momento -ahora lo explico- no he podido expresarme al 100% y aproveché para escuchar que buena falta me hace.

Hoy es un buen día para reconocer torpezas, las mías son acusadas, sobre todo a la hora de cultivar la mente, para el día a día salgo al paso pero entre eruditos acabo malparado siempre; y si lo capto yo no imagino cuanta ignorancia demostraré cada vez que intento profundizar en algo. Por eso nunca es tarde para dejar a un lado la elocuencia sinsentido, tirar más de sinceridad monosilábica y empaparme de lo que me cuentan, además, cuando ves que los demás bostezan mientras hablas, hay que hacérselo mirar.

Tomar un café con los compañeros también sirve de mucho para esto del culto al seso, hablábamos de las herramientas en Wikipedia, en concreto sobre la edición, publicar archivos, corrección y esas cosas...cuando me preguntaron si alguna vez publiqué algo allí, ante mi respuesta afirmativa, uno de ellos, el menos interesado, abandonó su letargo, levantó la vista de los cacahuetes, sonrió, y con gesto escéptico comentó: ¿sobre qué?...cuanta razón tiene.

viernes, 11 de septiembre de 2015

Capitulo 569, versículo 1

Tiempos fueron aquellos en los cuales era ver un folio en blanco y aventurarse a emborronarlo, hoy, un servidor, más prudente si cabe, se dedica a otros menesteres que poco o nada tienen de relación con lo que aquí se cuenta, ¿o si?.

Miro la webcam y me convence para ir a deportear un rato, las condiciones son buenas asi que no voy a esperar más: Suroeste flojo, 2,2 m y mar del norte, veinticinco años haciendo esto prácticamente a diario sin tener nunca sensación de hastío, ya me parece un motivo importante para merecer la pena haber nacido.

Entre tareas de bricolage ando metido -raro sería-: segundo intento -y definitivo- de camperización de la furgo, los reparcheos para mis bártulos de hacer deporte, la casa -necesitada- de mamá, el piso familiar -reconvertido- de la parienta, la nuestra, la del veraneo, la de la mochila azul, ...demasiadas batallas para un gladiador chiquitito.

Esta semana toca turno de tarde en el trabajo así que las mañanas vuelan y hay que aprovecharlas. Me resulta difícil encontrar hueco para el blog :(

miércoles, 3 de junio de 2015

Desventuras del espadachín de Tralorchete

Hay un refrán que me viene muy al pelo hoy, dice algo así como dime de que presumes y te diré de que careces; metido en faena, si analizo el proverbio, me salen individuos en lugar de un significado.

El que aquí golpea las teclas peca de escéptico desde que recuerda; al igual que ese otro dicho de si no lo veo, no lo creo trato de comprobar in situ lo que me insinúan con adornadas palabras; desconfío de las hazañas fabulosas, rumores indiscretos, consejos impersonales o ideologías máximas, soy más de sencilleces.

Entre tanto me dedico a vivir haciendo lo que me da la gana, con visión a largo plazo, por si me queda tiempo por delante, nunca se sabe, lo que mañana será pasado quiero cuidarlo hoy que no somos más que lo que fuimos antes. Las consecuencias de todo ello ya las pagaré yo, prefiero eso a abrazar farolas.

martes, 2 de junio de 2015

Entre semejantes

A ver si lo consigo explicar. Hay personas a las que oyes hablar y no sé si por devoción hacia ellas hacemos dogma sus comentarios o es que realmente piensan como nosotros. Es un golpe de autoestima, la mayoría de las veces sucede lo contrario: la gente opina de forma distinta y ya no sabes si anda uno perdido desde niño o lo están los demás. Por eso quiero seguir creyendo que el secreto está en la base, aunque esta difiera de unas a otros, de ahí parte la idea de lo que somos en realidad.

Bueno, dejando la filosofía barata sólo para el primer párrafo quería comentar algo sobre un par de entrevistas que vi por la tele anteayer, los dos personajes -públicos- que protagonizaron el programa destacaban sobre todo por la sencillez y cercanía en sus palabras o la sensación de estar viendo a una persona normal dentro de otra también normal. Cuando sin grandes alardes, giros retóricos o grandilocuentes frases, gente tan importante pone sus cartas sobre la mesa enseñando lo que tienen sin temor a ser descubiertos es como mínimo admirable. Esa cualidad, aunque forjada, viene de serie y ahí, en la cancha, es donde se demuestran los valores. Dando ejemplo. Gracias a los dos por ser así, se os ve venir.

martes, 26 de mayo de 2015

Una anécdota que publicar

Quepos, provincia de Puntarenas, doce treinta de la mañana, buena hora para coger algún recuerdo en esa tiendita tan chula de ahí enfrente, total -miro el billete-, hasta las dieciséis cincuenta y cinco no nos sale el vuelo de regreso y hay ciento cincuenta y tres kilómetros hasta allí así que hay tiempo de sobras, ¿o no?. Ella asiente y yo parqueo.

Las distancias en Costa Rica no son lo que parecen, las autovías, por poner un ejemplo, en muchos de sus tramos se convierten en carreteras de un solo carril para cada sentido, y más de la mitad de los vehículos que circulan por el país son mastodónticos camiones o autobuses, de herencia norteamericana por cierto. Haciendo una sencilla regla de tres nos da una idea de como es el estado de las carreteras nacionales, locales y comarcales, o del tiempo necesario para recorrer la distancia entre x e y. Esta misma regla sirve también para las señales indicativas de rutas y carreteras, supongo que los oriundos saben siempre a donde ir y no las necesitan. Para los guiris, entre los que me incluyo, están los gps (Global Positioning System) o la opción pps-atc (Perdidos Por la Selva-A Tomar por Culo). Elegimos la primera, más segura aunque previsible.

Después de diez días recorriendo el país te haces una idea del tiempo que lleva manejar -muy usado aquí- cada embotellada milla, así que calculamos que los ciento cincuenta kilómetros nos llevarían a lo mucho tres horas, por lo tanto sobre las quince treinta, como muy tarde, estaríamos en el aeropuerto, facturando así dentro de los obligatorios noventa minutos antes. Aún paramos a comprar unos chicharrones -no los habíamos probado en todo el viaje- en un puesto de camino y a ver los cocodrilos desde un puente en las cercanías de Playa Hermosa. Entrábamos en tiempo.

Dos de la tarde, sesenta kilómetros al aeropuerto, en la autovía un letrero luminoso indica accidente a la altura de Cerro Negro, ocho kilómetros más adelante; nos miramos esperando no fuera en esta dirección. Por suerte, un par de kilómetros antes llegamos a un peaje donde le explicamos al hombre de la cabina nuestro destino y si el accidente era en esa dirección. Nos explica que el accidente es a la altura de Cerro Negro y que no cojamos ese desvío....justo delante bifurca la autovía, un cartel pone Alajuela y el otro Cerro Negro. Yo no sé si me expliqué mal porque no puedo entender que entre dos personas que hablan español no logren entenderse para una simple indicación. Cogimos a la izquierda, Alajuela, el que nos marcaba el gps. A los quinientos metros de incorporarnos a esta nueva autopista vemos en el horizonte el atasco, los coches empiezan a frenar y llegado el momento nos paramos. Asustados, nos damos cuenta que el accidente es ahí delante; me bajo del coche y le pregunto a un camionero que se bajó a la vez:

- Pero... ¿es aquí el accidente?...
- Sí amigo, volcó un camión arrollando a otros seis vehículos; han saltado coches por encima de la mediana e invadieron el sentido contrario también....hay para largo
- Miro el reloj, catorce dieciocho, hora y cuarto para la facturación, no llegamos. Tenemos que coger un avión, ¿hay otra alternativa?.
- Sí pero ya se la han dejado atrás, tendrían que haber cogido el desvío Cerro Negro y tomar la nacional.

Estábamos encallados entre trailers y la única vía libre era el arcén del lado contrario. Después de mucho convencer a los conductores para que maniobraran delante-atrás sus camiones, hacer el hueco suficiente entre ellos, girar el sentido y escapar así por la cuneta entre saludos y agradecimientos, logramos enlazar con la nacional, la cual estaba atascada hasta las entrañas. Las tres menos veinte de la tarde con cuarenta y pico kilómetros de caravana por delante....

A las cuatro la dejé en el aeropuerto con las maletas de facturar -a mi nombre-, los pasaportes y todo lo necesario para ir haciendo los trámites -aunque creía que ya no nos dejarían volar-, mientras tendría que ir a echar gasoil para devolver el coche lleno -a tres km de allí- y que el espabilao del chófer -a la ida tardó treinta minutos en ir a recogernos- estuviese en la oficina de aquella para llevarme de vuelta.

Cuando entré en el aeropuerto -diéciseis treinta, aproximadamente a veintiocho kilómetros por hora- ya me esperaban seis personas, que a su vez rodeaban a mi chica, con preguntas del tipo dónde ha estado estos días, qué ha comido hoy, si había dormido o de cual accidente me habla -a ella ya se las habían hecho-. Hasta me pincharon la funda de la tablet con una navaja a ver si escondía algo. ¿Creían que éramos muleros o qué?....Señores -imaginando su respuesta-, con esas historias que nos cuentan, ¿qué opinarían ustedes?.....

....Al entrar por el umbral de la pasarela que une el aeropuerto con el avión, ya después de pasar también los rutinarios controles de aduanas, quedaban dos de los policías -vestidos de paisano, aspecto Sonny Croquett y Ricardo Tubbs, con mano derecha en el bolsillo de una pernera y la otra pierna apoyada a un bordillo- mirándonos fijamente y dudando todavía de nuestra historia. Buenas tardes, les dijimos sonrientes mientras cruzábamos.

PD.- Ah, se me olvidaba, si llega a ser por la supervisora de la compañía aérea ya nos quedábamos allí; y eso que era de nuestra tierra la colega...Mmmm.

miércoles, 20 de mayo de 2015

La más terrenal de las estrellas

Sí, lo admito, soy futbolero. Pocas veces le he dedicado unas letritas (El momento de los grandes, Jueves 8 Julio 2010) a tan apasionante deporte; supongo que al ser un tema tan generalista no he querido hablar de ello en este rincón, cada loco con su historia, pero esta vez, como aquella otra, la ocasión lo merece.

Cuentan las malas lenguas que mañana Xavi Hernández anunciará su adiós como jugador de élite. Para todos aquellos que hemos seguido su carrera desde que empezó -en un principio sólo por su talento-, quedará a partir de ahora un hueco sin cubrir en el campo y un motivo menos para ver fútbol. Palabras tan bonitas como solidaridad, creatividad, asociación, liderazgo o unión dejarán de existir dentro del real diccionario balompédico catalán-español-mundial. Un desastre para el medio (en todos los sentidos).

Del color que yo lo veo merece la pena recordar en un futuro a este tipo de deportistas porque hacen buenos a los demás, ejemplifican una postura en la vida, valor fundamental entre los chavales que crecen reflejándose en ellos y, algo poco dado en esta sociedad, son humildes de verdad.

La cabeza mejor amueblada del fútbol nos deja definitivamente para adentrarse en otra cultura a seguir sentando cátedra; parece creer (Xavi o el entorno) que ya no está para las grandes ligas. Conmigo jugaría siempre, incluso con tacatá; ya se encargaría él de que corrieran el balón y los demás.

Atentamente, un admirador

martes, 19 de mayo de 2015

No es lo que parece

Cuando te sentencien frases tipo "hay que darle más importancia al dinero" duda; piensa si eres feliz en tu vida y si es así sonríe, poca explicación se puede dar en estos casos, no hay razón que atienda a prejuicios.

Tener trabajo, digamos estable -hasta el momento-, ayuda mucho a la hora de planificar una vida, por eso parto de la base de que soy un privilegiado al poder administrar las cosas que hago: hay esta pasta cada mes, la gobierno como me sale de los huevos.

Entre las pocas virtudes que pueda manejar está -así la considero- la claridad; mis ideales, brillantes u opacos en este caso dan lo mismo, están bien definidos desde niño y por lo tanto me llevaran a donde yo quiera ir me estrelle o no en el intento; por eso no entiendo -y aquí quería llegar- a la gente que se empeña en dar lecciones de moral a los demás cuando ni siquiera tienen claro su camino o lo que es peor, circulan por donde pasa la corriente. Ay ay ay.

Entiendo muy bien como funciona el bien material, trazo todos los días la línea a seguir para no perseguir imposibles, sé a donde puedo llegar, cuales son mis retos y capacidades, por lo tanto valoro mucho cuanto cuesta conseguirlo e intento no malgastarlo. Pero sí, respondiendo al primer párrafo, prefiero quitarle hierro a esto del dinero, lo otro significaría una falta de confianza que no me va. Y siempre confío.

martes, 24 de febrero de 2015

Silencios

Puestos a recordar no recuerdo como se me ocurrió arrancar esta aventura virtual que a día de hoy vive algo descuidada, sufriendo también la crisis, resistiendo bajo escasez de mano de obra a petición propia, que ruega mantenimiento o atención mientras sufre de goteras y brotan malas hierbas entre juntas y rincones.

Toca hacer limpieza, asimilar los nuevos tiempos; la idea original, si es que la hay, partía de un guión reducido en todos los sentidos, una pequeña vuelta de tuerca al significado de blog como modo de expresión de contenidos personales con capacidad para alojar multitud de elementos multimedia y poder para visualizar o actualizarse desde cualquier lugar del mundo con conexión a red. Aquí se abarca mucho menos y por lo tanto la información está limitada a estas cuatro pequeñas paredes que un poco se encierran al exterior; esa es la intención, mantener limpio este entorno de paginación externa, fuentes y enlaces, comentarios, opiniones, fotografías o amistades que puedan derivar hacia este sitio a golpe de clic. Y seguirá siendo así.

El problema es llevarlo al extremo, que poco a poco se convierta en territorio Amish, sólo a base de comer cereales y lavar la ropa en el río, no sé si me explico, un poco de tecnología tampoco vendría mal; dudo, estoy indeciso, no quiero expansión pero esto es internet. De ahí vienen un poco estos silencios.

martes, 27 de enero de 2015

Esto no es un programa de Calleja

Hoy quisiera contar una aventura que nos pasó este fin de semana, nada fuera de lo normal, cosas que pasan cuando no se conoce el medio...

...Cinco tíos digamos marineros salen de madrugada con la intención de pasar el día esquiando; tras poner los pies en la estación (245 Km después) comprueban que el estado de la nieve es perfecto, además, sol radiante, cielo totalmente despejado y viento nulo. Llegan a la hora de apertura, aparcan cerca de las taquillas y consiguen el forfait sin esperar una ya desesperante cola gracias a la pillería de uno de ellos, que buscó al principio de la misma a un tío con cara de tonto para ponerse justo delante, girar la cabeza hacia atrás, sonreirle astutamente, mirar de nuevo al frente, dar los buenos días al empleado de la taquilla y pedirle cinco pases de todo el día por favor.

Las primeras bajadas de la mañana sirvieron para enervar esos espíritus ya de por sí pendencieros, al mediodía bajaron por un fuera pistas hacia la cara este de la montaña que los alejaría del claro para adentrarlos en el bosque. El espesor de la nieve oscilaba entre cuarenta centímetros y un metro cuando la pendiente dejó de ir hacia abajo, la capa superficial estaba dura pero a poco que enterrabas la bota notabas como se hundía; el caminar se hizo pesado, a los quince minutos estaban desperdigados, fundidos y semiderrotados, mirándose unos a otros en la distancia a ver si alguno tenía alguna luz. Trescientos metros más arriba estaba la pista, la opción de volver por sus propios surcos les conduciría de nuevo a zona acotada pero prefirieron seguir adentrándose entre árboles hacia el este con idea de coger otra pendiente y remontar más abajo. Hora y media después encontraron un cortafuegos que les dió una idea de donde se encontraban; estaban exhaustos, machacados de caminar semienterrándose a cada tres pasos porque la base de los abetos no es una buena opción para pisar cuando está la nieve blanda, lo saben los serranos desde el origen de los tiempos.

Una colina de unos cien metros de longitud y un setenta por ciento de desnivel hacia arriba les impedía ver más allá, la otra idea era bordear la subida por una espesura paralela, los dos trazados minaban la moral: si escogian el camino corto, el de la rampa, se enfrentaban a un miura; si decidían seguir la ruta larga era más de lo mismo durante otra hora por lo menos. La idea de llamar a emergencias rondó por las cinco cabezas aunque nadie dijo nada, por eso sacaron fuerzas de donde no había, dos tiraron para un lado y los otros tres para otro.

Dejo de lado los momentos duros porque esto no es un programa de Calleja, si estoy escribiendo estas cuatro letras es porque llegamos a enlazar con las pistas.

jueves, 15 de enero de 2015

A la noche termino (superlativos)

Tengo un ejemplo muy cercano de lo que significa echar una mano, aprendo mucho a su lado, es como una cura de humildad, una licenciatura en compromiso que ya me gustaría ser mejor estudiante para sacarle partido como se merece. No sé como agradecerle su presencia, tener ese don congénito hace poca cosa lo que le pueda ofrecer a cambio, tal vez alegría y bienestar que falta le hace (creo).

sábado, 3 de enero de 2015

WestZouid

El monte Vaals es el punto más alto de toda Holanda, sus 321 m sobre el nivel del mar no dejan duda de como es la orografía y porqué se le conoce con el nombre de Países Bajos.

Es la segunda vez que vengo, la primera creo que fue en el 2009 y poco ha cambiado desde entonces, sigue teniendo el mismo encanto pero había olvidado lo llano y húmedo que es o la cantidad de plantaciones de tulipanes que hay a las afueras de los grandes núcleos.

Paso de hablar de lugares concretos, sitios que visitar y todo eso, esto no es una guía del viajero ni un blog de trotamundos, además, no aportaría nada nuevo sobre lo ya escrito por esta gente; soy más de comentar que lo que más me gusta es admirar la vida transcurrir, te aporta comprensión a la larga, sobre todo hacia los demás.

Mañana toca Bélgica, salida en el Intercity desde Amsterdam Centraal Station a primera hora de la mañana, parada en Amberes, parada en Gante, parada en Brujas y vuelta a la ciudad de la triple X rozando la madrugada. Por si a alguien le interesa ir, sale por sesenta euros el trayecto (ida y vuelta en segunda clase) si vas el fin de semana; utilizarlo los días laborales es como un quince por ciento más caro. Ojito con las transbordos que en algún caso hay que cambiar de andén y casi no hay tiempo.

viernes, 2 de enero de 2015

Olor a brujas y dos de oporto a tiro de los canales del Amstel

En media hora salimos, mira que no nos quede nada importante, ¿cogiste el dni?, ¿los móviles?, guarda los billetes en el bolsillo de atrás de la maleta así quedan a mano... ¿quieres un café?, ¿están las llaves en el coche?, apaga el ordenador.

Ya me río, pienso en idiomas, me imagino cientos de personas hablando cada cual en uno distinto, intentando comunicarme algo, y a mí de gilipollas, gesticulando y poniendo el acento de cada una de ellas pretendiendo que me entiendan. Es una pena no sacar tiempo para aprender otras lenguas si quieres salir un poco de casa, llegado el día me arrepiento de no poder llevar una conversación fluida con nadie a no ser que me hable como le hablarían a un sordo profundo. Ante estas carencias lingüísticas procuro imitar la fonética del nativo, camuflando con pronunciación el vacío de contenido; a veces funciona (pocas).

Bueno, lo voy a dejar aquí que salgo a dar una vuelta o je faire un tour según se mire.