Buscar

viernes, 2 de enero de 2015

Olor a brujas y dos de oporto a tiro de los canales del Amstel

En media hora salimos, mira que no nos quede nada importante, ¿cogiste el dni?, ¿los móviles?, guarda los billetes en el bolsillo de atrás de la maleta así quedan a mano... ¿quieres un café?, ¿están las llaves en el coche?, apaga el ordenador.

Ya me río, pienso en idiomas, me imagino cientos de personas hablando cada cual en uno distinto, intentando comunicarme algo, y a mí de gilipollas, gesticulando y poniendo el acento de cada una de ellas pretendiendo que me entiendan. Es una pena no sacar tiempo para aprender otras lenguas si quieres salir un poco de casa, llegado el día me arrepiento de no poder llevar una conversación fluida con nadie a no ser que me hable como le hablarían a un sordo profundo. Ante estas carencias lingüísticas procuro imitar la fonética del nativo, camuflando con pronunciación el vacío de contenido; a veces funciona (pocas).

Bueno, lo voy a dejar aquí que salgo a dar una vuelta o je faire un tour según se mire.