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martes, 24 de febrero de 2015

Silencios

Puestos a recordar no recuerdo como se me ocurrió arrancar esta aventura virtual que a día de hoy vive algo descuidada, sufriendo también la crisis, resistiendo bajo escasez de mano de obra a petición propia, que ruega mantenimiento o atención mientras sufre de goteras y brotan malas hierbas entre juntas y rincones.

Toca hacer limpieza, asimilar los nuevos tiempos; la idea original, si es que la hay, partía de un guión reducido en todos los sentidos, una pequeña vuelta de tuerca al significado de blog como modo de expresión de contenidos personales con capacidad para alojar multitud de elementos multimedia y poder para visualizar o actualizarse desde cualquier lugar del mundo con conexión a red. Aquí se abarca mucho menos y por lo tanto la información está limitada a estas cuatro pequeñas paredes que un poco se encierran al exterior; esa es la intención, mantener limpio este entorno de paginación externa, fuentes y enlaces, comentarios, opiniones, fotografías o amistades que puedan derivar hacia este sitio a golpe de clic. Y seguirá siendo así.

El problema es llevarlo al extremo, que poco a poco se convierta en territorio Amish, sólo a base de comer cereales y lavar la ropa en el río, no sé si me explico, un poco de tecnología tampoco vendría mal; dudo, estoy indeciso, no quiero expansión pero esto es internet. De ahí vienen un poco estos silencios.