Buscar

lunes, 21 de diciembre de 2015

El estanque del gigante pascual

En cualquier lugar dibujado entre montañas vive nuestro amigo Pascual, si, en una humilde morada y se levanta muy temprano pero para ir a trabajar como protésico dental. Pascual es el mejor en lo suyo, lleva mamando oficio desde chavalín, ejerce las veinticuatro horas del día porque todo lo que habla, respira, come y sueña tiene relación con el oficio. Mecánico de precisión, salvador de muelas muertas, tornero, arquitecto, programador, enfermero, anestesista, psicólogo,... Pascual le pega a todos los palos con destreza sin igual, no tiene competencia que le haga sombra; aún así, él nunca está conforme, le gustaría ser buena persona, ayudar a los demás por encima de todo (y lo lleva haciendo cincuenta años). Como no tiene familia, Pascual pasa las navidades solo desde hace nueve años, no hay menú especial en esas fechas ni copita de champán: tortilla de patata en nochebuena, judías con arroz en navidad; fin de año: filete de pavo con rodajas de calabacín a la plancha, ensalada y flan con nata (mmm). Tiene una facilidad pasmosa para donar el dinero que va ahorrando todos los meses a comedores sociales, así evita tentaciones dice; además, desgraciadamente, la mitad de sus clientes dejan de pagarle las facturas con el comprensible argumento de que el hombre entiende que estamos mal.

Desde este rinconcito desear unas Felices Fiestas, sobre todo a tí Pascual.