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viernes, 24 de noviembre de 2023

El pelos

 Estación de tren Zaragoza-Delicias, salida del Ave con destino Atocha a las 9:45h, llego a y cuarenta y tres minutos y paso por el torno de milagro... La revisora del andén me dice algo que yo, al ser duro de oído, no le escucho bien, me giro para preguntarle:

- ¿Perdona? -creí que no me iba a dejar pasar-, no te entendí.

- ¿Hoy te vas más pronto no?, normalmente coges el del mediodía...

- -sorprendido, ni puta idea quien es la chavala-, salgo más temprano, ¡me tienes controlado eh!...

- Siii -amplia sonrisa-, es que me encantan tus rizos, ¡buen viaje!..

- Gracias, eres muy amable, -sonrío también- buen día.


Afortunadamente -creo que es positivo- es algo que me pasa muy a menudo, mi pelo -peculiar parece ser- llama la atención allá donde viajo, da igual el país, la cultura, o ideología del individuo, se me ve venir. Afortunadamente -de nuevo- no necesito pasar desapercibido. Cuando me quede calvo tendré algo que contarle a los nietos que nunca existirán porque no quise fabricar niños.

Como debo estar encantado de haberme conocido en el mundo real, permanezco libre de redes sociales, utilizo blogger y mis webs -anónimas- para alimentar mi ego y poca cosa hay que me puede etiquetar en este universo de los unos y los ceros; con la IE me pasa lo mismo, prefiero guiarme de mi instinto que pedir ayuda a algo o alguien que no sea yo, muero con mis ideales si es necesario antes que seguir consejos digitales. Defecto de este animal de ricitos nada instagrameable.

lunes, 6 de noviembre de 2023

Desde siempre tatoo

 Ya he comentado en alguna otra ocasión que, debido a mi profesión, me encantan los tatuajes, de igual forma que un lienzo bien pintado, un talentoso graffiti, o un dibu hecho a mano. Admiro la forma de plantear líneas, colores, trazos o cualquier técnica empleada por tan asombrosos artistas, así me llame la atención por algo. Como soy muy de originales no me planteo el arte como algo perpetuo, en parte porque esa originalidad acaba convirtiéndose en más de lo mismo con el paso del tiempo, por todo ello no veo motivo para mantener una obra por los siglos de los siglos. Si cuelgo un cuadro en el salón, por muy bonito que sea, nunca será eterno ya que llegará un día en que me aburra de él y decidiré poner otra cosa en su lugar, como ya me ha sucedido en muchas ocasiones.

Opino lo mismo para las impresiones en la piel, tarde o temprano acaban aburriendo, desgastando su viveza y replicando en otras falsificadas dermis tal insólito derroche de tinta. Soy más de cicatrices.

viernes, 3 de noviembre de 2023

Miedos

Supongo yo que tengo un problema de inserción en sociedad porque por regla general soy demasiado tolerante y cuando escucho las críticas hacia modos de vida muy diferentes al que opina me parece que en la mayoría de los casos o están asustados, o barren para casa o no tienen personalidad; pero claro, si todos pensaran como yo no habría demasiado debate o mucha gente de este gremio perdería su trabajo. Igual al que le falta personalidad es a mí.

Todo esto viene a colación de la Amnistía. Un servidor, que no es catalán, ni tiene ideologías nacionalistas, ni miedo a la capacidad del ser humano a decidir por si mismo (más bien todo lo contrario), no cree en la prisión ni en el destierro como castigo si no se vulnera la libertad individual o colectiva. A fin de cuentas no remamos en el mismo barco, sólo esto. Me preocupa más la masa abducida, que, al igual que los borregos, sigue al pastor del rebaño porque van el resto. En todos los ámbitos de la vida.

¿Por qué no dejan que esa gente vuelva a casa con sus familias?, ¿es tan grave el delito que han cometido?