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viernes, 27 de julio de 2012

Bajo las luces y...

...apagose. Hoy salgo de vacaciones, me olvido completamente de la vida laboral por un espacio de tres semanas, un jugoso bocado a disfrutar. Nunca mejor dicho lo de comer porque es lo que más falta me hace.

Seis de cada diez españoles contratan sus viajes por internet. Como resultado de sus -nuestras- operaciones cibernéticas uno de cada cincuenta resulta timado. Bueno, lo que no nos explican es de que forma filtran el engaño pero la cifra parece bastante menor si tenemos en cuenta que cada internauta realiza varias reservas para gestionar sus desplazamientos: vuelo, alojamiento, alquiler de vehículo, entradas, pasajes, excursiones, ... analizándolo desde esta perspectiva el porcentaje baja considerablemente.

A día de hoy hay muchas ofertas en la red, gracias a los metabuscadores de viajes se puede conseguir casi de todo sin riesgo a fraude. Supongo que muchas veces no nos informamos lo suficiente antes de pagar por un servicio. Al igual que en la vida real, antes de gastarnos la pasta en algo comparamos, o bien vamos a nuestros sitios de confianza que ya sabemos de que pie cojean, o quizá por recomendación de algún amigo/a encantado/a con la experiencia. Pues lo mismo.

PD.- A ver si ahora, por espabilao, salgo timado en unas reservillas que tengo pendientes para la semana que viene. Pido disculpas a la gente que está en el paro, si alguien lee estas líneas no es mi intención ofender a nadie.

lunes, 23 de julio de 2012

Ni fu, ni fa

Una de las canciones con la letra más bonita que conozco sonaba en la radio de mi coche mientras volvía de una sesión deportiva fabulosa. Relajado, recostado en el asiento y casi en piloto automático tarateaba la melodía; iba fundido pero feliz por haberlo dado todo desde que me levanté esta mañana. Así, refulgiendo cual luciérnagas -como canta el autor en una de sus estrofas-, me encuentro hoy, con un puntito brillante.

Probablemente un servidor no es un figura en nada, lamentablemente ser bueno de verdad desgasta mucho y abarca poco. De ahí surge el título de esta entrada, es válido para definir a los tipos como el que aquí intenta juntar letras, a la larga te permite estar aquí, allá o en ninguna parte. Como dicen por ahí, lo importante es participar. Y sentirse vivo participando, añadiría yo.

La historia viene a reflejarse en estas líneas a colación de otra que me ronda por la azotea desde el Sábado de madrugada. Entre copa y copa me dieron a entender que parecía un tío vulgar, no sé si sólo era que lo aparentaba o se trataba de una afirmación en todo el jeto. Y salió el gato a pasear la lengua.

jueves, 19 de julio de 2012

Trato sobre un columpio

- Mira, es muy sencillo, te agarras fuerte con las manos a las cadenas y apoyas los pies en el suelo y el culo hacia atrás, ahora empújate con los pies y cuando vayas hacia delante levantas las piernas y dejas la cabeza irse como si fueses a caer de espaldas agarrándote fuertemente a las cadenas; cuando vayas hacia atrás encoges las piernas, sigues agarrado y echas el cuerpo hacia delante. ¿Ves?.
- Sí (mirada acobardada), pero no sé.
- Me parece que tienes miedo y por eso crees que no sabes, ya aprenderás.
- ¿Tú a qué edad aprendiste?
- A los cuatro como tú.
- (mirada de tigre), ¿Cómo me "deciste" que tenía que poner los pies?.

Es un alivio ver los parques con el suelo de corchito para amortiguar los golpes de los peques... antes era barro en el mejor de los casos y gravilla o cemento en los de la mayoría. En el barrio donde nací y crecí había unos columpios infernales, claro, poco análisis de riesgos en comparación con los que existen hoy. Me gustaría poner algún ejemplo por si alguien se siente identificado/a:

- El pescao: una especie de columpio sujeto por dos barras que oscilaban de izquierda a derecha sobre una barra horizontal fija a unos tres metros de altura mientras seis personas iban subidas, cuatro en los asientos y uno/a sujeto a cada barra para hacer columpio, cuanto más fuerte golpease contra el tope mejores eran los remeros. Los accidentes más graves que recuerdo y ví fueron los de una niña que se atrapó los dedos entre los hierros verticales oscilantes y la barra fija (le amputaron dos) y un amigo que cayó hacia atrás rompiendo cúbito-radio, saliéndole los huesos por el codo. Pérdidas de conocimiento y alguna brecha en la cabeza, también.
- La peonza: Una plataforma circular se asienta sobre un eje central que permite que gire 360º. Sobre la plataforma se ubicaban cuatro barras sujetas al centro que permitían que desde fuera empujases a todo correr a los que estaban dentro. Cuanto más rápido girases las barras más corría el aparato. A veces era tal la velocidad que mantenerse sujeto dentro era imposible y salías disparado/a como un cohete a velocidad Match 2,3. Si tenías suerte de no golpearte con los hierros o lastimarte con nada al caer, acababas vomitando del mareo de las vueltas.
- El tobogán: Antiguamente eran varias chapas remachadas entre sí...cuando menos rompías el pantalón....al final de la pendiente sesenta centímetros de agujero lleno de agua turbia en el mejor de los casos. Lo peor era el momento en que te veía tu madre con las zapatillas -antes impolutas- encharcadas y embarradas. Y te cascaba con su zapatilla.

martes, 17 de julio de 2012

Batiburrillos y almacenes varios

Hay un término medio entre quien ve barreras donde no existen y los que nos las saltamos incluso cuando no se debe. Un exceso de optimismo es más peligroso a fin de cuentas, y muchas veces no se puede dar marcha atrás, aunque nos cansemos de pulsar Control+Z en el teclado imaginando que deshacemos el desastre que habíamos creado.


-Risas-, parece la típica entrada donde comento que se me ha salido el hombro de nuevo, afortunadamente no ha sido así, llevo una racha buena (sin querer comentarlo demasiado) que espero dure mucho. El tema va sobre la de cosas que planificamos para hacer a lo largo del día y lo reducida que se queda la lista una vez rematada la jornada. Ayer quise hacer de todo y lo poco que logré salió como el culo, la gente con la que he podido conversar cara a cara han bostezado repetidas veces mientras les hablaba, quizá haya estado un pelín -tirando por lo bajo- sumiso cuando la ocasión requería lo contrario, falté a la verdad por el morro, las condiciones meteorológicas fueron horrorosas para la práctica deportiva y estratégicamente hablando resolví mal varios asuntillos. Un día revuelto de los que sirven para bajar de la nube.

domingo, 15 de julio de 2012

Objetivo terraza: Episodio IV

Ayer me he gastado 130 € en materiales para la construcción de la valla que haga que mi terraza recupere ese metro y medio de altura que más o menos tuvo en sus tres etapas de gloria en las que permaneció infranqueable. Porte que mantuvo hasta que vientos fuera de serie mandaron al carajo su firmeza, los tubos, la verja, sus bonitas luces, el ...

Encontré unos anclajes que se adaptan al diámetro de los antiguos postes de galvanizado, los cuales valen de nuevo. Corto a medida -uno setenta- con la radial, empato los cinco tubos a su nueva base atornillada al suelo, uno cable de dos milimetros entre postes y pared, coloco la red bien estiradita y el alumbrado. En cuatro horas cuento terminarlo.

viernes, 13 de julio de 2012

miércoles, 11 de julio de 2012

Más pequeño que un protón

Según el señor Hawking todo existe gracias a un comportamiento científico, una sucesión de reacciones en cadena hacen que existamos. Por supuesto deja poco protagonismo a la acción divina, lo dice sin ánimo de ofender a nadie. Todo está creado físicamente, no existe la supervisión de un diseñador porque los elementos provienen de una causa natural que a su vez deriva de otra, y como tal pierden sentido palabras como destino o pecado; y todavía llega más lejos afirmando lo feliz que se encuentra pudiendo sentirse vivo, sabiendo que no hay nada más allá de la realidad, que la finalidad de la vida misma es disfrutarla como se pueda. Chapeau.

Volviendo a cosas más del día a día, hoy nos han subido el IVA y a los funcionarios les quitan hasta la paga de Navidad. Como parece ser que molesta que el empleado público viva bien, si es cuestión de ahorrar, es mejor que trabajen cuarenta horas semanales y productivas que no quitarles el dinero de los regalos de sus hijos. A donde vamos a parar. No digamos como le irá al comercio, restaurantes, zonas de ocio; o más grave todavía, alimentación, sanidad, educación, ... ¿Quién impone estas medidas?.

martes, 10 de julio de 2012

Cuando sólo queda el chasis

Hoy me he pesado y casi me da algo, estoy en menos seis kilos, no hago nada de provecho con este cuerpito que traigo de serie. Voy cansado de dietas calóricas, esto es peor que pasar hambre.

Llegar a casa por la noche y ponerte a cocinar en serio porque resulta fundamental para no desaparecer es agotador; si, te pegas unos atracones de envidiar pero hay que hacerlo antes y muchas veces no apetece pasarte una hora en la cocina después de ocho horas laborales más entre dos y tres horas de deporte.

Intento comer sano: cinco piezas de fruta, verdura cada dos días, lácteos varios, cereales, patatas, mucha carne (que le vamos a hacer) y pescado, legumbres, chocolate, .... no sé, un poco de todo, quizá necesito más cocidos por lo que veo.

Hoy estoy fundido, necesito descansar, a ver si me quedo dormido pronto.

lunes, 9 de julio de 2012

22:35

A estas horas de prime-time televisivo tengo la cabeza pensando en un cuento infantil que pudo haber sido escrito alguna vez o puede que no, quien sabe.

Esperanza es un pequeño bote auxiliar que hace labores de urgencia en el puerto comercial más importante de todos los mares. Su cometido principal es surtir material de primera necesidad a los trasanlánticos que atracan y zarpan todos los días: alimentos, medicinas, piezas de recambio, personal, ... lo que le echen, su dotación tiene experiencia y alegría, son de sobras conocidos por ser fiables bajo cualquier horario o condición meteorológica. En el barco están felices, falta poco para que termine la temporada turística y tendrán un mes de merecidas vacaciones aunque sea en pleno invierno. Para muchos de ellos ya no habrá retorno, es su último año a bordo, llevan toda la vida en el mar y les toca disfrutar de su bien merecida jubilación; son los más contentos, en el resto se refleja cierto gesto agridulce, no saben si Esperanza volverá a la acción, va mayor, lleva cuarenta años dándolo todo. Ignoran si merecerá la pena invertir en personal y reparaciones o los enrolarán en buques más modernos, perteneciendo a una compañía naviera tan grande igual no están por la labor en las altas esferas, sería logico a fin de cuentas. Juan sonríe, no parece tenso, hace labores de grumete aunque lleva ya tres lustros cuidando de Esperanza como si fuese su madre y por eso sus compañeros lo quieren como a un hermano, confían en él, incluido Bautista, patrón desde que Juan era un niño. Poco puede él hacer, no tiene valor su opinión respecto al destino final del barco, sin embargo, a sus compañeros sí les vale.

Esperanza mide once metros de eslora, cuatro de manga en la cuaderna principal, está pintada recién como siempre, en blanco y grana. Sus compartimentos de almacenaje están a proa y popa, impolutos, como si la mercancía que entra y sale todos los días no existiese jamás. En la lustrosa cocina Lisi prepara habas con bacalao, son las doce y media de la mañana y anda con el pimentón a vueltas, cucharada arriba o abajo. En la vieja sala de máquinas todo va como la seda, parece mentira que un motor cuarentón Diesel Earl de cuatro tiempos con ciento sesenta y seis caballos dé para tanto trote. Mucha culpa de ello tiene Marga, con su insoportable dedicación completa al mantenimiento de todo aquello que se mueva, independientemente se trate de engrasar una biela o limpiar ese tubo atascado de la cafetera. Todos valen mucho y en eso piensa ahora Juan, sería una locura destrozar el futuro de Esperanza sabiendo que reencarna el espíritu de aquello que hizo nacer a esta gran naviera: la ilusión. Por eso mira al suelo mientras barre la cubierta y sonríe.

domingo, 8 de julio de 2012

Embajada familiar

Este fin de semana nos hemos reunido toda la familia materna gracias a la boda de mi prima, algunos de nosotros no coincidimos muy a menudo y sirvió de reencuentro. El Sábado fue la ceremonia, todo estupendo, aproveché para invitar a comer a mis primos asturianos el Domingo antes de que marcharan de vuelta a casa. Hice paella marinera al estilo Berce, una de las comidas más agradecidas que conozco, posee las tres B de la alta cocina: buena, bonita y barata.

Como ya publiqué una receta de paella hace algún tiempo voy a dejar un postre como sustituto.

Helado de aguacate con vainilla sobre mousse de plátano al estilo Berce (para 4 personas).
Ingredientes:

- 1 aguacate grande.
- 1 rama de vainilla.
- 1 sobre de azúcar avainillada.
- 2 plátanos maduros.
- 2 claras de huevo.
- 5 cucharadas soperas de azúcar.
- 100 ml. de nata líquida.
- 300 ml. de leche.
- 8 barquillos.
- 1/2 tableta de chocolate fondue.

miércoles, 4 de julio de 2012

Hoteles con encanto

Comentaba hace unos días -durante un ataque de "modestia"- lo bien que pilotaba por la red a la hora de buscar paquete vacacional para clase obrera. A decir verdad, en estos momentos, dos de los días del viaje serán con alojamiento en la playa misma, más cerca todavía de la llamada primera línea, pongamos zona vip (vagando a la intemperie con paciencia), porque a estas alturas aún están sin determinar.

Me gustaría viajar más, aún así tengo cierta experiencia, la mayoría de las veces o me he tirado a la aventura o he pillado algo en internet. Aunque acierto en ocasiones otras muchas daban ganas de poner los chinches a la barbacoa como menú de cena. Al igual que me ocurre con las obras de mi casa imaginando lo bien que lo haría cualquier empresa de obras, cuando paso al lado de una agencia de viajes paro a mirar el escaparate, me fijo en los carteles que ofertan pack vacacional con todo incluído, donde no tienes que ocuparte de nada, y sueño que entro, que me atiende una señorita muy amable a la que le digo donde quiero ir, que me dice que no me preocupe por nada, ya se ocupa ella de encontrar lo mejor para mí, faltaría más. Mantengo la sonrisa mientras vuelvo a la realidad del pack currito que aspira a salir de vacatas.

lunes, 2 de julio de 2012

Fueloil

España es un país de chismes, no lo podemos evitar, basta que fulano charle con mengana sirven suficiente argumento para reinventar en corrillos paralelos y profanos la conversación que han tenido. Va ligado a la idiosincrasia del país, poco tiene que ver con cultura o coeficiente intelectual, somos cotillas por naturaleza. Aprovechando esta cualidad tan nuestra podíamos fijarnos en españolitos como los que dan patadas al balón, o en los ases de la raqueta y las de la sincro, o aquel pringao que lleva toda la vida dándolo todo en el curro ganándose así la medalla al peloteo y sumisión que todos los años le conceden sus "simpáticos" compañeros, más remolones que el/ella en el día a día. Pues bien, en el deporte, como en la vida en general, muchas veces está la solución a nuestros problemas, un espejo donde mirarse: los mejores tienen que darlo todo todos los días y encima saber hablar ante los espectadores, relacionarse con sus compañeros de manera extraordinaria, dar ejemplo a la sociedad con sus actos, además de ser humildes, generosos y altruístas. Cualidades todas ellas que ya quisieramos para nosotros/as y que seguramente serían punta de lanza hacia tiempos mejores.

En el deporte ya hemos mejorado, ya se ha hecho historia, en poco tiempo conseguimos lo que todos queríamos para nuestros ídolos populares de la forma más honesta posible; ahora habría que trasladarlo a la peña en general. Sirva el ejemplo de la limpieza de las playas gallegas cuando el desastre del Prestige. Y eso que allí no pagaban. Pues eso, necesitamos limpiar la capa de costra alquitranada para ver la roca con vida.