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miércoles, 26 de febrero de 2014

Franqueo pagado

Mi patio parece hoy un programa de fast N'loud; tengo la furgo que le compré a mi colega desmontada por la parte frontal, y en el garaje la defensa a medio pintar rodeada de cajas de repuestos (faros delanteros, aleta izquierda, fundas de los asientos), botes de masilla y lijas por el suelo, pintura, barniz, ...el resultado de todo este tinglado lo veré en un par de días. La cosa promete.....problemas. Dejo un enlace para corroborar todo esto, por normativa del blog no se incluyen imágenes en el mismo.

Otra batalla a librar es mi furgoneta, gripó por tercera vez  de lo mismo en diez años que llevamos juntos, está en un taller oficial en espera de noticias de la central, presenté las facturas de las reparaciones y me gustaría que se comprometieran como cliente descontento que soy. Espero no tener que pagar los 1.200€ que vale esta nueva coña del árbol de levas. Da la impresión que en mi capó anida una colonia de termitas metálicas ansiosas de probar cada árbol nuevo que se planta en el motor. Como para no venderlo una vez reparado, eso me espetaría Richard Rawlings si conociese mi caso. Estoy de acuerdo.

viernes, 21 de febrero de 2014

Cuatro motivos para recordar un día

Hay experiencias normales para unos pero tremendas para otros, me doy cuenta cuando algún colega me relata momentos pasados vividos en común con mucha intensidad -por lo menos por su parte- pero de los cuales casi no recuerdo nada. Quiero pensar que se trata de eso y no un principio de Alzheimer, cada uno se consuela como le da la gana.

Hoy es un día normal, de estos hay muchos, aún así quiero darle la importancia que se merece, no vaya a ser que en el futuro pierda la olla de verdad y me arrepienta de no haber escrito en un día normal:

1- Me levanté a las cinco de la mañana, bien merece la pena hacer algo importante a lo largo del día para haberme puesto en pie a esa hora. De momento ocho horas laborales.

2- A las dos de la tarde llevo una hora pensando en ello; es mejor irme a hacer deporte que pasar por casa a comer algo, las condiciones son muy buenas, de hecho, acierto lugar a la primera.

3- Cuando alguien necesita un empujón lo mejor es predicar con el ejemplo, espero haberlo ayudado en algo con el intento.

4- Las nueve, número cardinal, momento de la comida-merienda-cena, nueva sesión del pequeño chicotín en la búsqueda del menú que lo alimente para tantas horas de abstinencia y ejercicio. Además hay un ángel en mi casa.

Igual sucedió ayer, y antes de ayer, y el anterior, y el anterior más, y ... Maravillosa rutina.

jueves, 13 de febrero de 2014

De compañero a compañeras

Ahora que veo los hachazos que se pegan las blogueras de moda para saber cual de ellas es la más auténtica y original me pregunto como llega alguien a marcar tendencia sin tener referencias de otros. ¿No les resultará más sencillo reconocer su base?, ¿o son fabricantes de ropa?; supongo que las tías viajarán, ojearán revistas, visitarán tiendas, criticarán o alabarán combinaciones y de ahí sacarán conclusiones para sus blogs, más o menos currados dependiendo de lo implicadas que estén sus autoras en el proyecto. Original, lo que se dice original, no lo son ninguna, por eso me sorprenden sus reproches; aunque igual me tienen engañado y es una operación de marketing concertada por ellas mismas, motivadas sobremanera ante la proliferación de nuevas editoras en busca del look perfecto.

Tías, sinceramente, si tenéis en cuenta todas las horas que le dedicáis al estilismo, acusaros de algo es un poco arriesgado, hay que tener mucha experiencia para abrir la boca ensuciando el nombre de alguien del mismo gremio, flaco favor os hacéis a vosotras mismas y al futuro de vuestras publicaciones.

martes, 11 de febrero de 2014

Comprar en la red

Los centros comerciales que más me gustan están en mi ordenador, a golpe de clic visito todas las tiendas, sin paseos, agobios ni colas de espera; encuentro siempre lo que busco, comparo, elijo el mejor precio y a los tres días recibo mi pedido en casa. Todo parece perfecto, sin embargo interiormente no me siento tan bien.

Soy muy de mi pueblo, estoy encantado de ser de aquí, hago todo lo posible por apoyarlo pero dejo que parte de mis beneficios naveguen a otros lugares mediante transferencias bancarias: su pedido ha sido procesado con éxito estimado señor fulanito de tal, en breve recibirá el envío, muchas gracias por su compra. Son pequeñas cantidades que sumadas a las de otros compradores como yo ayudan a empobrecer zonas de origen, porque, desgraciadamente, el comercio no avanza por igual geográficamente hablando. El problema lo tengo en casa, en la red más bien, me engatusa, hace que me resulte divertido ir de tiendas, algo que odio hacer físicamente aún consciente del daño que provoco en mi entorno. Es como descuidar a la familia. Snif.