Hoy es un día normal, de estos hay muchos, aún así quiero darle la importancia que se merece, no vaya a ser que en el futuro pierda la olla de verdad y me arrepienta de no haber escrito en un día normal:
1- Me levanté a las cinco de la mañana, bien merece la pena hacer algo importante a lo largo del día para haberme puesto en pie a esa hora. De momento ocho horas laborales.
2- A las dos de la tarde llevo una hora pensando en ello; es mejor irme a hacer deporte que pasar por casa a comer algo, las condiciones son muy buenas, de hecho, acierto lugar a la primera.
3- Cuando alguien necesita un empujón lo mejor es predicar con el ejemplo, espero haberlo ayudado en algo con el intento.
4- Las nueve, número cardinal, momento de la comida-merienda-cena, nueva sesión del pequeño chicotín en la búsqueda del menú que lo alimente para tantas horas de abstinencia y ejercicio. Además hay un ángel en mi casa.
Igual sucedió ayer, y antes de ayer, y el anterior, y el anterior más, y ... Maravillosa rutina.