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martes, 17 de julio de 2012

Batiburrillos y almacenes varios

Hay un término medio entre quien ve barreras donde no existen y los que nos las saltamos incluso cuando no se debe. Un exceso de optimismo es más peligroso a fin de cuentas, y muchas veces no se puede dar marcha atrás, aunque nos cansemos de pulsar Control+Z en el teclado imaginando que deshacemos el desastre que habíamos creado.


-Risas-, parece la típica entrada donde comento que se me ha salido el hombro de nuevo, afortunadamente no ha sido así, llevo una racha buena (sin querer comentarlo demasiado) que espero dure mucho. El tema va sobre la de cosas que planificamos para hacer a lo largo del día y lo reducida que se queda la lista una vez rematada la jornada. Ayer quise hacer de todo y lo poco que logré salió como el culo, la gente con la que he podido conversar cara a cara han bostezado repetidas veces mientras les hablaba, quizá haya estado un pelín -tirando por lo bajo- sumiso cuando la ocasión requería lo contrario, falté a la verdad por el morro, las condiciones meteorológicas fueron horrorosas para la práctica deportiva y estratégicamente hablando resolví mal varios asuntillos. Un día revuelto de los que sirven para bajar de la nube.