Hola, soy yo, te escribo estas líneas para comentarte que gracias al regalo que me hiciste aquel día de mi primera comunión me dedico en cuerpo y alma a este deporte que tanto disfruto, incluso podría decirte que me da un puntito extra en la vida, sí, ya sé que en aquel momento no sabías si le iba a sacar provecho al objeto pero ya ves, quizá haya sido el mejor detalle que me hayan hecho nunca. O por lo menos el más productivo. Desde este humilde rincón se te tendrá presente siempre aunque nunca más hable de este tema, formas parte de uno mismo al igual que otro que yo me sé, ¿verdad jefe?, a tope.