Hace unos tres años En el campito (14 de Noviembre 2011) comentaba en el blog algo sobre mis primeras excursiones y experiencias micológicas, un mundo fascinante que llamó mi atención por primera vez cuando me operé del hombro. Buscaba algo entretenido donde mi limitación no supusiese un problema y como las fechas le venían al pelo y el contenido era extenso para ocuparme un par de meses de baja pues me propuse patear coníferas. Además, cocinar setas que hayas recogido en su propio hábitat es muy agradable a mi modo de ver.
Sobre todo me gusta el arte del rastreo, en plan perro sabueso, olisqueando, bordeando, investigando; todo muy animal. Y luego tiene su parte intelectual, el estudio: especies, características, morfología, orografía, simbiosis, ... Parece que entiendo algo, no es así, me hace gracia releer lo que he escrito, quizá me he apasionado, eso es bueno, ¿no?.