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lunes, 17 de noviembre de 2014

Siete momentos, pintura o cartelón y un menú degustación

1- Cuatro días de deporte, quizá me sepan a poco pero la condiciones no daban para más, demasiado viento.
2- Quinientos litros de gasoil de calefacción a 0,88 céntimos de euro el litro hacen un total de...
3- Necesito un César Millán que me ayude a cambiarle el carácter huidizo a mi perro.
4- Pasar el fin de semana en casa sin hacer nada cansa lo mismo que si hicieses de todo.
5- En el fondo los políticos no son tan malos, roban poco en proporción a su amplio abanico de opciones de llevárselo calentito.
6- Gran Hermano conecta directamente con mi hogar, lo digo como lo siento.
7- Dar el mínimo para lograr un objetivo indica que estás perdiendo el tiempo.

A otra cosa, hace un par de días quedamos para colocar -no sin antes dudar entre pintar o decorar- un vinilo adhesivo dividido en tres partes sobre una pared frontal de habitación de 286X246 cm; las dos primeras piezas quedaron bastante bien -era una fotografía suya practicando deporte en el mar-, al comenzar a colocar la tercera -estaba enrollada- el azul del cielo no casaba con la tonalidad de las dos láminas anteriores; total, que después de hora y media de curritos el que llevaba la imprenta no hizo el suyo como debiera y cagó una historia que prometía mucho. Parece ser que se le acabó el magenta, vaya hombre, y no lo vió.

El Viernes, aprovechando el finde, fuimos a cenar a una tapería que ponen platos de autor, no sé como llamarlo, de diseño, originales; bueno, la historia es que pedí un menú degustación que constaba de cuatro platos y un surtido de postres: Risotto de mejillones y vegetales, Vieira a la tradicional, Calamares con tempura de perejil y patata panadera y solomillo a la manzana; de postres, tarta de la abuela, flan de queso con membrillo y chocolate blanco con frutos secos. Salí de allí relleno después de darlo todo en todos los platos. Si algún día se me ocurriese abrir el blog prometo publicitarlos porque se lo merecen.