A estas alturas de la historia parece mentira que un hombre pueda practicar el celibato y no sucumbir en el intento, paradójicamente eso si me parece ir contra natura en referencia a la opinión de la iglesia sobre la opción del aborto libre, ahí nos separa un mundo.
Los documentales de la 2 no sólo sirven para echar la siesta, en ellos vemos funcionar los ecosistemas de medio mundo con la naturalidad que los define: nacen, crecen, se reproducen y mueren; por eso se me escapa que un cura no pueda tener hijos o mantener una relación consentida por ambas partes si eso le sirve como válvula de escape ante tanto compromiso con Dios y sus semejantes. Por lo que tengo entendido es mejor reprimirse esperando que nunca vibre la pernera, intentando mantener el aparato en modo desconexión, como si fuese un teléfono móvil de última generación. Mmmm, no sé, no sé.