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jueves, 12 de septiembre de 2013

Giratorios, carnada, aletas y remada

En el mundo en el que vivo -fuera del ámbito laboral- casi todo está relacionado con el mar, no concibo otra forma de ocupar el tiempo libre. Estos últimos meses -desde el 2 de Julio para ser concretos- han pasado volando: operación, diez días de dolor, Ibiza, Cádiz, regreso, autorehabilitación gradual (buceo, pesca, piragua, bmk) y fisioterapia profesional. Para ser sinceros he tenido un verano como el de los niños, todo el día rascándola, de baja laboral, con la única intención de recuperarme lo antes posible, proyectando pequeñas metas alcanzables que me hicieran sentir el hombro de nuevo, extremadamente flácido en cuanto a musculatura y parco en recorrido no forzado. Estoy deseando volver a la normalidad, trabajar, hacer el deporte que me gusta más, sentirme útil otra vez. No luxarme más.

Este Agosto y lo que llevamos de Septiembre los he dedicado a la pesca. Sí, casi todos los días y unas cinco horas de media más o menos. Estas dos últimas semanas lo he hecho con piragua: lanzaba en la rompiente, me alejaba cien metros dejando el sedal correr, volvía al cabo de diez o quince minutos si la corriente no me había obligado a hacerlo antes y repetía la jugada una y otra vez cambiando de rocas si no lo veía claro. Es muy entretenido como ejercicio de recuperación pero normalmente no he pescado un carajo. Conozco la zona desde niño, todas las veces que salgo pienso en largar aquí o allí, pongo diferentes cebos (lombriz, camarón, chipirón), hago gestos de pescador con experiencia, pienso en verde y aún así casi nunca pica nada. No sé cuantas horas llevaré remando en total, lo que si sé es lo que he cogido: dos caballas (verdel), cuatro bogas, dos merlones, un sargo y cuatro o cinco peces de roca, en más o menos veinticinco días. Buf, me sale una media horrible, je, je.

Me agarro al dicho de que lo fundamental es pasarlo bien, suele funcionar en estos casos. Y lo que es más importante, poco o nada me he conectado a las nuevas tecnologías para entretenerme. En un futuro, cuando vuelva a la normalidad o más allá, añoraré este verano recordándolo como aquel que me devolvió las vacaciones escolares. Será señal de que sigo operativo.