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viernes, 27 de octubre de 2023

Carta a mis vecinos

 Hola familia, sé que me falta tiempo para expresar todo lo que os debo. Me gustaría poder recuperar aquello que ya no podremos compartir, desgraciadamente no estaréis aquí para lo que necesite, siempre atentos conmigo, disponibles y serviciales. ¿Te acuerdas cuando me trajeron aquellas vigas de madera que el camión dejó a doscientos metros de casa y que pesaban quinientos kilos?, tú de aquella no me conocías pero dudaste cero segundos en ofrecerme el Pascualín para carretar lo que hiciese falta, un venidero como yo agradecido por la hospitalidad que me demostraste no sabía como compensar ese trato servicial; o tu mujer, querida vecina, siempre regalándome huevos, patatas, naranjas, verduras,... todo de vuestra propia cosecha que sabía mil millones de veces mejor que cualquier pieza del súper. Sé cuanto me apreciabais, y aunque yo nunca os di nada a cambio, tampoco lo esperasteis, amor incondicional por vuestra parte.

Hoy es un dia triste, Lolo ya no está y tú nos has dejado sin poder despedirnos antes. Hace días vi salir la ambulancia de tu casa y ni siquiera se me ocurrió preguntarle a tus hijas que pasaba, confiado en que fuese una subida de tensión o cualquier otro achaquillo de la edad. Por el contrario, ellas si vinieron a la mía, para explicarme la situación una vez supieron que no había esperanza de recuperación. Lo recordaré toda la vida al igual que os tendré presentes en el día a día.

Vuestro vecino, que os querrá siempre