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domingo, 29 de octubre de 2023

Politicadas

 Los extremos son peligrosos dentro de una sociedad democrática, no veo demasiadas diferencias entre un partido de extrema izquierda y uno radicalmente opuesto. Da igual que sea nacionalistas, conservadores, ultraprogresistas o megaverdes, todos proponen ideologías sectarias y poco tolerantes con los menos semejantes, no vaya a ser que pierdan potestad entre sus afiliados.

 Hoy he coincidido en Barajas con el líder de la oposición (o no, que todavía no está claro), tipo educado y afable, agradable en el trato y bastante sencillo como ser humano desde mi punto de vista. Evidentemente no entró en mis planes darle mi voto pero he de reconocer que me cae bien el hombre, lástima que no coincidamos en puntos básicos.

Echándole un ojo a la historia "reciente" de España (siglo pasado, años 30-70) da igual comunismo que fascismo, nacionalsocialismo que socialismo a secas, todos eran en teoría dirigentes a favor del pueblo obrero. Así, con estas dudas populares, es muy difícil intentar solucionar algo. En el siglo XXI igual.