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viernes, 28 de septiembre de 2012

La calidad no engaña

Esta entrada de hoy va dedicada a todas aquellas personillas que se dejan la piel todos los días, independientemente de su ocupación o de que lado sople el viento. Gente como tú.

El talento no se compra, se tiene o no, está fuera de toda clase social y condición económica. La ocasión de demostrarlo viene con la oportunidad, aquí si que influye el entorno, unos/as gozan de muchas y otros/as de ninguna pero no es esta una entrada para hablar de desigualdades, más bien de actitudes.

Uno, que tiene mucho por mejorar y grandes defectos como la mayoría, encierra ciertas dudas con esta historia del talento:

- ¿Lo captamos todos?, quiero decir, ¿es fácil de diagnosticar?.
- ¿Por qué se valora tan poco?, ¿está bien distribuído?.
- ¿Va intimamente relacionado con el esfuerzo?.
- ¿Todos creemos tenerlo?, ¿escasea o abunda?, ¿existe un perfil básico?.
- ¿Merece la pena ser mediocre, caer en la cuenta y vivir feliz igualmente?.

Después de estrujarme la sesera y no dar más de mí salgo de dudas. La calidad no engaña, aunque sea a la larga.