No descubro nada si digo que dependiendo de tu estado de ánimo puedes ser gavilán o paloma, que estas cosas afectan mucho por lo que se ve, sirva este botón como ejemplo.
Llevo unos días padeciendo un problema informático-sentimental que aunque no viene a cuento contarlo aquí si puede servir como cura de humildad. El pardillo que aquí teclea tiene ciertos conocimientos sobre nuevas tecnologías, digo ciertos comparado con la media de la población de nuestros días; bueno, al tema, este problema -de fácil solución como pude comprobar después- era como el pan nuestro de cada día. Pues bien, aunque tienes cincuenta milones de horas ocupadas en una franja de veinticuatro has tenido tiempo para pensar en la forma de arreglar lo que yo no supe y encima hacerlo divinamente. Sí, hoy volvió la luz pero fue porque la encendiste tú. Gracias por todo.