Este fin de semana coincidí haciendo deporte con un equipo junior que compite a nivel europeo. Los niños/as tendrían entre diez y quince años, al menos eran veinte, y tengo que reconocer que alguno/a de ellos me dejó sorprendido por su nivel pero sobre todo me impresionó la valentía a la hora de tomar decisiones. ¡Vaya calle que tenían!.
Con tres de ellos ya había estado en otras ocasiones -no sé si lo comenté en el blog-, recuerdo en esas fechas cuanta envidia me daban porque a esa edad yo no sabía nada sobre este deporte y ellos ya maniobraban con la destreza que tantos años -y ostias- me costó a mí aprender. Aún así me he quitado un peso de encima porque creí que me lo tomaría en plan desmoralizante y me pasa todo lo contrario, los chavales me motivan, sigo sintiéndome joven por lo que veo (sonrisas).
