El que aquí intenta juntar las letras tiene sus vacaciones siempre en Agosto. Sí, es una suerte poder tenerlas pero puestos a elegir preferiría cualquier otro mes, resulta casi imposible salir a cualquier destino que incluya avión+alojamiento y desayuno+coche de alquiler, y no estoy hablando de los lugares a los que me gustaría ir de verdad, esos ya forman parte de mis sueños inalcanzables.
Este año me voy una semana al lugar al que fui el año pasado, paraíso cercano, masificado pero con garantía de tiempo soleado y aguas cristalinas que es lo que más me gusta de todo ello. Bueno, a lo que iba, hoy voy a fardar de algo.
Soy bueno navegando, tengo experiencia, creo que para estos casos sirve, encuentro buenas ofertas y normalmente acierto con la relación calidad-precio. Hoy voy a comentar un par de trucos que quizá sirvan a la hora de escoger un paquete vacacional. Lo primero, tener un equipo con acceso a internet y Google Earth instalado, es fundamental para valorar la ubicación de los hoteles, nunca te puedes fiar de los comentarios ni de los mapas incrustados, de playa puede pasar a ribera o de cala a proyecto de acantilado con media hora de sol al día. Una foto desde un satélite refleja lo que hay, no engaña a nadie. Otra indicación, cada año tres o cuatro Hoteles por destino se ofertan a un precio más bajo de lo habitual, no es porque estén mal, es una forma de promocionarse, el boca a boca en la red funciona muy bien de un año para otro, es fundamental a la larga, los comentarios permanecen años en internet, es una golosina. Hay que dar con ellos, suelen aparecer un par de meses antes de los meses fuertes. El vuelo mejor directo, buscar compañías de bajo coste que operen en aeropuertos cercanos, esto limita el destino pero se consiguen chollos de cincuenta euros ida y vuelta.