El nivel del deporte que practico habitualmente ha crecido mucho en la zona donde vivo, gracias a la aportación de gente que en su día fueron niños que aprendieron a base de equivocarse (en la meteorología, en la localización, en las maniobras) a la siguiente generación se le ahorran pasos inútiles, así pueden entrenar con una mejor base que la que nosotros tuvimos. Una cosa si es cierta, sin esfuerzo no hay progresión, es una frase hecha pero atemporal. Es motivante cuando un/a enano/a de trece años gira con soltura delante de tu cara, por lo menos para mí. Crecemos todos.
Cuatro o cinco chicos de esa edad tienen muchas condiciones para conseguir buenos resultados, no es una profesión para vivir holgadamente pero viajas un montón a lugares idílicos -no todos- y quizá pueda servir esto de aliciente. De todas formas, como afición es bastante exigente a nivel físico, algo que a la larga les puede servir para curtirse, ser personas libres y dar lo mejor de uno/a mismo/a.