Este fin de semana cumplí con lo que planifiqué, ha sido casualidad, viniendo de quien viene no tiene sentido. El Domingo también hubo ruta, más verde y boscosa si cabe. Hoy, recordando lugares en las pocas instantáneas mentales que puede retener mi capacidad cerebral, valoro la jugada.
A otra historia, las condiciones de estos días para practicar deporte son nefastas, ayer no podía más y decidí mover el esqueleto. Mucha culpa de ello la tuvo un colega que tenía mayor hambre si es posible. Charlamos más que otra cosa, le interesaba lo que le pudiera comentar sobre maniobras relacionadas con nuestra afición, hice lo que pude, como profesor soy muy malo. Lo más importante es disfrutar, él lo hace, poco le puedo enseñar, ya lo aprenderá.