En el límite que marca el océano con la puesta del sol se forman unas tonalidades de color que bien merece la pena pintarlas. Algún día, cuando el físico no me permita mantener la dedicación completa que le exijo, prometo sacar la paleta para darle unos brochazos a cualquier lienzo que quiera perder el tiempo conmigo. Es una cuenta pendiente.
Tiene que haber millones de lugares increíbles desperdigados por el mundo adelante, aquí, en mi tierra, hay unos cuantos. Comprobar como la madre naturaleza va perfilando espacios con mejor gusto que cualquier talentoso arquitecto es la base para apreciar lo que te rodea. Directamente destrozamos belleza creando allí horrendos habitáculos para vivir, sobre todo en la costa, menospreciamos lo que se ha creado artesanalmente durante milenios. Mantener el entorno es importante por no decir fundamental. Por suerte, aquí, intentamos de cuando en vez ponerle freno al desastre con medidas protectoras que pocas veces agradan a la mayoría.