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sábado, 17 de diciembre de 2011

Con C de casa

Mientras la gente que me rodea se va de cena aquí nos quedamos mi perro y yo dando la nota, sin más plan que el que nos ofrezca la televisión. Las amistades que podamos tener se han olvidado de nosotros en un día como hoy, ni una sola llamada para cambiar de aires, que le vamos a hacer.

En la primera fase planifico la de cosas en las que puedo dedicar el tiempo, suelen aparecer entre diez o doce movidas de las que al final sólo cinco pasan el filtro. De estas que me quedan elijo tres para terminar no haciendo nada, bueno, una sí aunque no estaba en la lista de inicio: cambiar de canal tumbado en el sofá. Estoy pasando una fase extraña últimamente, veo la tele, y lo que es peor, me quedo dormido pronto, a ver si va a ser la edad.

Parece mentira lo que puede llegar a condicionar el bajón físico actual, con las dos extremidades izquierdas tocadas, suele traer consigo una tendencia a la baja en todos los sentidos, no sé si me explico. Mirándolo desde el punto optimista igual engordo, o ancheo que tampoco me vendría mal. Es por buscarle un final atractivo a la entrada de hoy.