Hoy voy a hacer amigos. Lo que comento a continuación puede o no ajustarse a la realidad, es una teoría personal que a fin de cuentas resultará inútil en el terreno del vecino, pero para mí es el suelo que sostiene la base.
Si uno/a nace en Coyotes de Abajo, provincia de Cantalapiedra, no puede decir que es de la capital cuando le preguntan de donde viene, está haciéndole un flaco favor al progreso de su pueblo, alimentando la decadencia del mismo, aportando un trozo de tela para el toldo que lo esconde en el hueco del olvido. Es lamentable. Luego piensan que su pueblo es una mierda, normal, si todos los que allí viven opinan lo mismo nadie hará nada por mejorarlo. Los lugares se recuerdan cuando son mencionados, sobre todo si la persona que los nombra lo hace con pasión.
Entiendo que haya mucha gente que no pueda soportar vivir en su lugar de origen y tenga que emigrar a otros parajes más sostenibles, vale, lo que ya no comprendo tanto es que olviden de donde vienen, su idioma, su cultura, su familia, ...debería considerarse el orgullo más grande a conservar en vez de intentar borrar el rastro de nuestra existencia. Ay, ay, ay, es que cuando escucho esos temitas en la radio de gente hispana castellanoparlante que canta la canción mitad en inglés y mitad en español, vistiéndose como americanos para ganar mercado y cantándole a las playas de Miami, o a estos grupos de aquí que cantan canciones propias, en inglés, pero intentan ganarse al público de su tierra porque saben que en el mercado anglosajón no se van a comer nada, me entran arcadas, no son elementos compatibles del color que yo lo veo.
Soy más de reformar que de arrasar con todo para construir de nuevo. A la peña que ve la mierda ajena antes de mirar la suya propia con la única intención de subir su autoestima la calo a la primera, es la misma que si algún día logra algún tipo de éxito nunca se acuerda de quien le tendió una mano. Y la misma que olvida donde vino a nacer y por el agujero que salió.