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viernes, 16 de diciembre de 2011

Contrabando de palabras

Si hay algo que me parece importante en lo poquito que pueda escribir es el título de cada entrada, suelo perder el tiempo pensando en ello, soy consciente de mis limitaciones como narrador así que aunque esta movida es deliberadamente antipopular tiene en sus titulares un punto narcisista; es signo de rebeldía frente a la modestia que intento reflejar en mis palabras. Vaya, vaya.

Al igual que ocurre cuando nos encontramos en plena naturaleza, sin ataduras que nos sometan, con la sensación de sentir como fluye la libertad, sucede lo mismo cuando escribo, entiendo que tengo total disponibilidad para expresarme. Es difícil no caer en la tentación de hacerlo. Más tentador es aún visto desde esta perspectiva virtual, con nada físico que mostrar y poco que ofrecer a cambio, le da un punto de suspense que me va.

Para mostrar historias de terceros hay millones de lugares infinitamente mejores que este, la información se encuentra ahí, a golpe de clic. Aquí aparecen frases, comentarios, en definitiva palabras que han sido usurpadas del diccionario para ser utilizadas a propia conveniencia, es la única copia ilegal, por lo tanto no se le debe nada a nadie y se ponen las letras ordenadas al antojo del color que yo lo veo. Es un bonito tesoro a conservar mientras se tenga algo que decir.