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lunes, 30 de abril de 2012

Gabinete de recuerdos

Que fulanito -o menganita- pague la Seguridad Social porque está trabajando y además pueda vincular esa cartilla a su mujer -o marido- y sus tres hijos que por desgracia no tienen empleo es un bien mínimo del que debe disfrutar cualquier país que se considere minimamente desarrollado. Igual da si hablamos de educación, bienestar social o recursos de ese tipo. Los que tenemos la suerte de recibir un salario a fin de mes queremos que esa peña siga teniendo garantía de que si un día se ponen malos alguien los va a atender; y tendrán una cama de hospital, una operación si así lo necesitan y menú desayuno, comida y cena los días que hagan falta y alguno más para que salgan bien nutridos del hospital. ¿A dónde queremos llegar con los recortes?.

Puestos a pedir, quiero pagar más de Sanidad en mi nómina. Claro, así sé que mi dinero sirve para algo productivo. Poco me gusta hacer memoria pero no recuerdo nada semejante, tener que llegar a esto por una mala gestión del gobierno anterior no me parece argumento suficiente. Durante todos los mandatos de la Democracia -con crisis o sin ellas- disfrutamos del derecho a recibir educación y asistencia médica para todos.

Arreglaros como podáis, sois los que queréis representar al pueblo, queremos que pongáis ese talento a funcionar, ¿presumís de tenerlo?. Demostrárnoslo, pero de esta forma no.