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martes, 7 de junio de 2011

Con sentido del humor

Que fácil resulta la vida cuando estamos de buen carácter, si todo va fluído uno siente como que le hincha el pecho y hasta el espejo refleja buen aspecto; tener las pilas cargadas por haber comido en condiciones estos días también influye. Parece un canto al optimismo pero solamente es un momento bueno, ha coincidido con el portátil en las manos y mira, quería compartirlo.

No tener demasiadas pretensiones te hace valorar pequeñas cositas que día a día suponen mucho, ojalá supiera explicar con palabras a lo que me refiero. Quizá relativizar la importancia de lo importante tenga algo que ver pero voy a dejar esta historia que me pongo profundo y no quiero.

Este fin de semana estuve rascando los huevos, por el resultado anímico mostrado a día de hoy me ha sentado divinamente porque no tener nada que hacer te funde en un estado de relajación que para un tío en alerta continua como yo es una cura de salud. Me acosté temprano el viernes porque estaba fundido; me levanté pronto el sábado para hacer deporte, mediodía y tarde al sol, noche de cena; domingo día de familia con tarta de cumpleaños, vinito y vida sin prisas. Repito de buena gana cualquier otro finde así, como resultado de todo ello he ganado dos kilos. Eso sí son buenas noticias.