Llevo más de un año ensayando con unos chavales. Supuestamente toco la batería, aunque veréis que más que percusionista, soy percutor. Vamos desde el comienzo.
Cuando los dos miembros del grupo en activo me comentaron que necesitaban un batería y que habían pensado en mí, no me alegré. Sabía que iba a ser tarea difícil, aunque ellos parecían más optimistas que yo, que ya me parece raro pues soy bastante positivo. Llevaban unos cinco años con la antigua formación, grupo local bastante consolidado, con un CD de canciones propias en el mercado y bastantes conciertos en directo, con su pandilla de fans y todo. No penséis en algo comercial sino en algo un poco indie, digamos rock alternativo. El nombre del grupo es lo de menos.
Mi experiencia hasta ese día era de unas 50 horas de batería en toda mi vida así que os podéis imaginar el nivel. Aunque eso sólo parecía tenerlo claro yo. Les dije que no, que no sería capaz, pero acabé accediendo pues pensaban que tenía facilidad para llevar el ritmo y tal.
Empezamos con los ensayos y poco a poco se fueron dando cuenta de que no era tan sencillo como creían. Yo me iba del tempo de las canciones, hacía los cambios cuando no eran, los platos que iban a tiempo los hacía a contra y encima soy zurdo pero toco como un diestro. Como ellos creyeron en mí en su momento ahora no se iban a echar atrás. Sé que con otro bataka estarían tocando de nuevo en pocos meses, a cambio llevamos año y medio y no hemos tocado en ningún lado porque los temas no salen bien.
La verdad tengo que decir que no me arrepiento de haber aceptado la propuesta, sé que llegaremos a sonar en condiciones de afrontar un directo. De todas formas lo que tienen claro a día de hoy es lo que pretendía decirles al principio, que yo no soy ningún crack. Me alegro que lo hayan entendido.