Es que pensándolo desde mi perspectiva optimista de la vida, los que parecen malos no lo son tanto. Por ejemplo, si hiciesemos una encuesta, a quién le tendríamos más miedo de todos los seres que habitamos el mundo. ¿Al ser humano?, ¿a un fiero tigre?, ¿el imprevisible rinoceronte?, ¿al cocodrilo tal vez?, ¿serpientes venenosas, murciélagos o arañas?. Pues en el fondo todos somos buenos chavales. El problema principal es el poder. Ahí nos retorcemos todos los seres por igual. Que la vida es más simple de lo que muchas veces creemos y lo que es peor, lo que nos quieren hacer creer los que habitan en los medios de comunicación, que nos lo creemos todo. Si vamos al psicólogo, ¿no queremos que encuentre solución a nuestras desgracias sin pensar muchas veces si ese tío/a que nos analiza no tendrá en su vida mayores problemas que los de un@ mism@?; claro que si lo contara, vaya mierda de psicólogo sería. Nos fiamos del poder -de convicción en este caso- y la seguridad con que nos resolveran todo. Como l@s que van de pitonisas; ¿ las cartas que te echan, si las vuelve a barajar, cortar con la mano izquierda y voltear, salen las mismas?, ¿es importante si Plutón incide directamente sobre el signo de Piscis para causar dolores de espalda a los Sagitario?, ¿las gemas del destino valen para el mal de amores? y mil preguntas más.
Cuánta gente vivirá influenciada por todas estas historias que de verdad me gustaría comprobar si existen en realidad, ¿alguien me lo puede explicar?. Supongo que con el poder es un poco de lo mismo, como influyes en los demás y éstos lo perciben, pues te creces y llegas a la mentira para lograr tus objetivos.
Por lo demás, pues somos seres vivos y poco más. No me rayeis que no trago.