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jueves, 7 de julio de 2011

Brum-burrún

Soy aficionado a los deportes. Me gustan casi todos aunque sea para verlos nada más. Desde los tiempos en que Mick Doohan llevaba el número veintisiete en el carenado de su Honda Nsr 500cc. sigo el Mundial de Motociclismo. No soy un experto en motos, mi única experiencia se basa en haber tenido dos y de verlas por la tele cada temporada. Aprovechando el gran momento que viven los pilotos españoles en las tres categorías me gustaría recordar que:

- Prácticamente el treinta por ciento de los pilotos son españoles. La media para conseguir algún podio nacional ronda el setenta por ciento así que los resultados, más que triunfales, son normales.
- Dorna, empresa española, lleva todo el tema organizativo; al principio eran más imparciales pero ganaban los italianos.
- España encabeza los picos de audiencia, número de espectadores en carrera y grandes premios disputados.
- Los buenos pilotos extranjeros o son europeos o se han criado y entrenado aquí.
- Las grandes marcas japonesas saben de la importancia de que se conozca su material y aportan grandes presupuestos. Como ya comentaba, Dorna es la piedra angular para que todo esto se ponga a rodar.
- En el mundo se fuma y se bebe -cuando se conduce no, claro está-, en la mayoría de países esto es legal. No entiendo como no dejan anunciarse a estas empresas si el problema no es el anuncio en sí, es más bien la educación que recibes en tu casa. Además, en peores condiciones de salubridad acabarán trabajando o viviendo la mayoría y no van a poder elegir ni protestar. A los coches, que yo sepa, no les ponen una pegatina -casi mejor tatuado en la pintura- cuando los compras, que diga algo así como: conducir mata y el humo de los escapes puede producir enfermedades mortales y cáncer de pulmón -foto de órgano engangrenado incluída-. Estamos de un sensible con el tema de la salud que ya cansa.

Del color que yo lo veo, en los últimos años el mundial se ha puesto descafeinado y no me extrañaría que algunos países bajaran considerablemente la audiencia -supongo que ya sucede- por no tener motivación patriótica que los represente ni marcas reconocidas que lo subvencionen.