A todos aquellos músicos que suponen, creen o les hacen creer que pierden pasta con la venta ilegal de sus "creaciones" en el top manta sólo comentarles que estén tranquilos, que la SDAE, Microgénesis o la madre que los parió podrá compensar todo lo robado, usurpado, cogido prestado, apalancado, chuleado, invertido en causa ajena, olvidado, mal gestionado, ... desaparecido a fin de cuentas. ¿A quién se le piden explicaciones?, ¿Cuánto de ese dinero tendría que ir a parar -y no va- a quien compone los temas que suenan por ahí?, ¿Dónde está la pasta?.
Vale chicos, ahora toca dar explicaciones. Todas estas formalidades creadas supuestamente por el bien de la música tienen que haber logrado algún objetivo real, en beneficio de todos. De todas formas, del color que yo lo veo y tal como opinaba el 7 de Mayo del 2010 en SGAE, la mayoría de los directivos de estas sociedades son gente que ya no tiene ganas de luchar por un plato de lentejas, elemento que va paralelo a la creatividad, y pretenden vivir de rentas prejubilados en urbanización a pie de playa y cuatro empleados del hogar a quienes de vez en cuando les cantan aquello de buscaremos un lugar para amar y soñar este fin de semana.