No voy a dar nombres, ni siquiera que tipo de actividad desempeñan, sólo comentar la falta de originalidad en los títulos de las obras. El interior puede ser un pestiño -o lo contrario- pero lo que da pie a comprar algo desconocido es su marketing. Abrir un nicho de mercado no es tarea fácil, menos aún introducir un producto en un sector ya cubierto con intención de competir con el resto, el concepto de mejorar lo que ya existe es fundamental para su supervivencia.
Una cadena de supermercados basó la promoción de sus productos marca blanca en entrarle por el ojo al cliente, potenciando así la calidad de su mercancía. Desde el punto de vista de un diseñador gráfico la estrategia era fantástica: diseño, embalaje, calidad, precio,..a años luz de la mayoría de marcas blancas de la competencia en cuanto a promoción. Si la calidad de sus productos era por lo menos similar, ya tendrían mucho ganado. El tiempo les ha dado la razón.
Un grupo de música pop saca su primer disco al mercado. El título del album no decía nada, la imagen de portada tampoco. No tenían padrinos famosos para auparlos pero en cambio su música era de bastante calidad. Aunque se gastaron mucha pasta en cuestión de publicidad y demás, sus ventas no alcanzaron ni lo mínimo y la discográfica rescindió su contrato. Cambiaron de compañía y con ello de imagen y editorial gráfica, el título de este segundo album era también más original. El estilo y los músicos son los mismos, aunque dirán que la producción musical es de mayor calidad y bla, bla, bla. Hoy son superventas.
Una marca de prestigio dentro del sector del automóvil decidió renovar lo mínimo el diseño de sus nuevos modelos a cambio de gastarse la pasta en materia de seguridad extra. Una garantía en caso de accidente ya que se supone -ellos lo creyeron así- que sería lo fundamental para que un futuro comprador se decidiese por esta empresa a la hora de adquirir un vehículo de gama media-alta. Actualmente se encuentra en suspensión de pagos, necesita ayuda gubernamental y parece que dará quiebra como no ocurra un milagro.
A la hora de comprar cualquier cosa, el cliente utiliza el sentido de la vista como primera opción para ir descartando. Si este sentido no es cubierto por el producto, ya puede ser el mejor del mercado que perecerá si no se diseña de nuevo. El marketing existe desde que funciona el intercambio en la historia de la civilización, con todo lo que ha llovido desde entonces no entiendo que algunas empresas potentes no reparen en ello.