Subía a 150 Km/h. por una autovía cercana a mi casa. Llegaba tarde. Salía del trabajo y había quedado con un amigo para echarle una mano a barnizar unas vigas pues compró una casa viejita, de piedra y había que tirar con todo menos las paredes y empezar de nuevo. Bueno, no me lío, la historia es que el motor se paró, empezó a humear dentro del habitáculo y a chorrear aceite por la varilla del cárter.
La grúa llevó el coche al taller y hoy me han dado el diagnóstico de la avería: 2 cilindros rotos, un pistón, aros y demás; necesita también cambiar el embrague, aceite, filtros y tal. Total del presupuesto 4200 € más o menos. Un ojo de la cara.
No es la primera vez que me pasa una cosa así, para ser sinceros es la tercera. De una vuelta fue árbol de levas, cilindro, cigúeñal, ..., de otra junta de culata, árbol, aros. Llevo una pasta gastada en arreglos, no gano para ellos. Ya decía yo que no quería tener hijos; sabía que no daba el sueldo para los dos y escogí coche como animal de compañía.
Siempre me dicen que los coches que compro me salen malos, que tengo mala suerte para ellos y con las multas igual, que es como que llevase un imán. Si realmente supieran el trato que llevan y las prisas con las que ando normalmente no creo que pensaran lo mismo. Cada palo tendrá que aguantar su vela. Alguno/a me llamará tonto.