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lunes, 4 de octubre de 2010

En las últimas horas

El país se agita nervioso por el acontecimiento social más importante de las últimas fechas en España: saber si la princesa del pueblo y su marido el barman se separan definitivamente o se dan otra oportunidad. Mientras tanto, el resto de los mortales mantenemos el pulso con nuestro día a día empachados por las circunstancias del suceso. Esta noche un rótulo amenazante circulaba por nuestros televisores -sintonizados en el canal de no pensar-, el texto decía lo siguiente: "Sacramento, madre de lady nenuco, admite que su hija es una borracha". Escandalizado me quedé ante la noticia, el documento es digno de preservar en los anales de la historia de nuestro país. Las imagenes que acompañaban tan solemne frase mostraban a una tía despotricando del pariente de la Esteban mientras un chupacámaras pelao, con barba, bigote y gafas culo-botella mostraba su cara de parvo con una especie de noticiero formato A3 que semejaba un vendedor de la ONCE con sus correspondientes billetes en mano. A este tipo ya lo ví en alguna ocasión y combina perfectamente con el ambiente friki que lo rodea. Puestos a elegir me gustaría que hubiese bronca entre éste y otro que quisiese ursurparle el trono, con la cámara delante, robándole el protagonismo principal al tema de la semana que ya se antoja del año.


Quiero dar un voto a favor de la noticia, cuando la echan por la tele me puedo permitir el lujo de poner la sesera en standby y relajar neuronas. Como tratamiento intensivo de terapia cerebral puede calificarse de cinco estrellas: llegas a casa, enciendes la tele, pones el canal apropiado, abres una cerveza y te dejas llevar. El cuerpo, a la larga, lo agradecerá.