Cuarentona rusa, rica y operada desea sacar disco al mercado, en español, de estilo latino; dispone de dinero a puñados para gastarse en producción, promoción y personal.
El primer productor en aparecer por escena es un ex-marido de una conocida cantante que, ávido de popularidad y negocio, no duda en alegrarle los oídos a la soviética con mentiras como catedrales. La tía no conoce el idioma, canta a medio gas tirando a floja, no sabe bailar y va llegando a su ocaso; en cuanto a atractivo físico, según la personalidad que muestra: la mujer tiene rasgos caucásicos pero ha preferido teñirse pelo y piel de morena gitana; la dentadura, artificial, tiene tres tonos por encima del blanco polar; los pechos, operados, de la antigua escuela aerostática rusa y su mirada, aunque limpia, delata poca lucidez. Detalles personales que captó el productor viendo el filón. El tipo, que físicamente aunque atractivo da la impresión de estar comiendo zanahorias, creó -o eso le dijo- una canción para ella: composición pop con toques aflamencados, con palabras tales como: corazón, sentir, hoguera, pasión, luna llena, estrellas, cuerpo, locura, ... todas ellas muy originales, a juego con la rusa que no era capaz de tararear cuatro fonemas seguidos en cuatro días de ensayo pero que a cambio traía a tres cortesanos de vuesa merced, que aplaudían a rabiar mientras ensayaba. El productor musical ponía muecas de triunfo y le chocaba la mano como los americanos en la NBA, se le ponían los pelos como escarpias viéndola actuar, decía farolelo.
Esta historia forma parte de un programa que echan en la tele, presentando a mujeres ricas en su hábitat natural, donde, quizá, caracterizo a la más inocente del grupo, la que menos lo merece. Sus compañeras de status tienen chicha para escribir durante días. Vaya pandilla.
Si alguien sufre de androgínia, se encuentra próximo/a al feminismo o piensa que los hombres no son capaces de realizar dos tareas a la vez sin ayuda, le recomiendo siga este documento porque igual cambia su percepción entre diferencias de género. Es gratis.