Cuando uno piensa que hay ciertas actitudes ante la vida que son básicas para progresar en libertad, ocurren una serie de actos que dan a entender que dejar las cosas fluir no es conveniente. Aunque pueda estar equivocado con mi planteamiento y a veces es necesario dar un golpe en la mesa para hacerte respetar, tengo por norma no utilizar este recurso.
Como veo que las cosas no marchan bien y tengo claro que la culpa es de los dos, por mi parte no voy a dejarlo correr. He dado un vuelco a mi manera de ser y te voy a utilizar de conejillo para comprobar que no siempre es conveniente usar la mano izquierda en las relaciones personales. Seguramente pensarás que estoy loco o escondía algo en cuanto charlemos, creerás que soy retrasado y no andarás muy desencaminada. La verdad es que por desgracia, algunas veces, tenemos que transformar nuestros ideales por el bien de la convivencia. Existen momentos en el pasado que se podrían haber solucionado de una manera sencilla si optara por esta vía. De todos modos estoy orgulloso de no haberla utilizado hasta ahora y ojalá no me sirva como recurso en un futuro.
