Buscar

domingo, 17 de octubre de 2010

Cambio de ritmo

Tener una casa implica un lote de trabajos en serie que para mantenerla en buen estado hay que esforzarse lo suyo, cuando abandonas un poco la historia, las zarzas, los bichos y el polvo se acumulan de tal manera que casi merece la pena tirarse a la bartola y dejar todo asilvestrarse. En este punto estoy, por eso pego un giro y me pongo el buzo de obrero para eliminar restos.


Como no estamos en casa por motivos de verano y tal, hasta estas fechas dejamos acumular la mierda. Llevamos dos semanas limpiando, cortando, recogiendo y desinsectando todo lo mencionado. Hay mucha tela que cortar para tan poco traje, por todo ello es necesario cambiar el chip, pasar a otra marcha y dejar la cosa lista.


Creí que al poco de tener casa iba a pintarla por fuera; cambiar el portal de terrenito, que ahora es muy pequeño para meter un coche; también eliminar todo el escombro de lo que tiramos, que está en la leñera y parece un montón de chatarra. Aún queda mucho por hacer porque todo esto y mucho más sigue en proyecto. Ya soy consciente de que cualquier tarea que supones se terminará en un día, al final es una semana y por lo tanto lo que crees que durará una semana ... es el precio a pagar por querer vivir así.