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sábado, 18 de diciembre de 2010

Pelito ye-ye

Como las chicas van a salir de rumba porque tienen cena, nos quedaremos de niñeras como buenos chavales que somos, así que hoy toca noche de cantajuegos y  pinturitas de colores. Mi sobrina es mogollón de simpática y te ríes un montón con ella, es, como todos los niños que están en la etapa de aprendizaje del lenguaje, un show humorístico cuando quiere decir muchas cosas a la vez: se atranca, pausa, acelera hasta mezclar letras de palabras distintas, pausa, acelera de nuevo, levanta el dedo índice para darle mayor relevancia a lo que dice, repite el artículo del comienzo de frase tres veces, se atranca, ... nos morimos de risa.

La gente no sé como se atreve a tener niños, menos mal que para todo está la familia porque sino no sé como se las arreglarían trabajando los dos con el estrés que tiene que suponer llevar bien todo esto. Un crío da mucho trabajo, hay que ser muy responsable para tomar la decisión de tener uno y educarlo como se merece. Puede ser que yo sea un tipo egoísta y poco dado a darme la oportunidad de saber si sería buen padre o no pero lo que si le doy es la importancia que merece. A día de hoy no me lo planteo  -claro está que tendría que contar con mi novia para ello- en un futuro no lo sé.

Cuando reviso lo que escribo más arriba, como estoy haciendo ahora, me pregunto porqué lo hago. Si escribir es algo necesario en estos momentos para mí y si me ayuda a equilibrar una parte interior sería una chorrada, la vida no me ha cambiado nada desde entonces. Lo que si que tengo que agradecerle a este blog es su capacidad para guardar sentimientos que igual nunca más se vuelven a producir.