Buscar

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Puede ser, no sé, es posible II

Cuando te felicité las fiestas aprovechaste para decirme lo delgado que me veías y que utilizara las vacaciones para comer, que falta me hacía. Sí, tienes razón, claro está que no sabes, como yo sí sé, lo poquita cosa que fui cuando era niño y lo machote que me veo a día de hoy aún siendo un tirillas de talla por determinar. Son perfiles, cada cual tenemos uno y el mío es de línea fina.

Posiblemente te sorprendió mi respuesta tan contraria a tu comentario, a la vez que insolente mi reacción supongo; no sé que tal lo encajaste pero es mi forma de ser, trato a todos de tú a tú. A ti te pasa lo mismo, ¿no?. Creo que la mayoría de gente está a disgusto con su cuerpo o por lo menos modificarían algo, en mi caso, con siete kilos encima, no estaría mal.

Tener tendencia a adelgazar te permite poder comer hasta saciarte y, aunque hay que disponer de tiempo para cocinar, más sacrificio supondrá seguir una dieta de adelgazamiento. Por lo tanto, estoy contento conmigo mismo, encantado de haberme conocido y sin problemas físicos de ningún tipo; cuando vaya viejo ya te comentaré. He de reconocer, eso sí, lo sincera que eres cuando hablamos y lo que me afectan, para lo bueno y lo malo tus palabras.