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domingo, 13 de febrero de 2011

Ópera prima

Después de pasarme este fin de semana entre tormentas y archivos Cios, que ya me parece que conozco de algo al tal Waninkoko, a estas horas estoy un poco empachado de piratería informática. A ver si me relajo viendo la tele un rato.

Ya que hoy se celebra la gala de los Goya, con afombra roja de record incluída, para integrarme en casa con el evento estoy descargando unas pelis de las premiadas a ver si soy capaz de entender si el cine español sufre una crisis de talento o es por culpa nuestra que no haya pasta para producir obras de mediana calidad para arriba. Los de la Academia ponen al mal tiempo buena cara, maquillando un poco más la previa por si este detalle también influyese a posteriori en la recaudación anual. Los actores-actrices también suman enteros engalanándose para la ocasión. Hay que destilar glamour -según ellos- aunque algunos/as hacen honor al refrán de que aunque la mona se vista de seda... Que disfruten del momento.

Es difícil explicar los pros y los contras de la piratería informática porque dependiendo del gremio al que pertenezcamos barreremos para un lado o para el otro. Tampoco voy a entrar en dar soluciones a los afectados, sólo decir que haberlas, haylas.

El primo de mi primo -ya empezamos- canta en un grupo de rock medianamente conocido. A los tíos no los conocía ni dios antes de decidirse por meter en una carpeta sus canciones en mp3, grabadas en su local con pocos medios pero mucha ilusión. Las comprimieron en formato .rar y como título del archivo le pusieron el nombre de un grupo muy conocido internacionalmente guión bajo último disco guión bajo año de su publicación, lo subieron al Ares, al Emule y otros p2p. Esto en la red se suele llamar fake y sirvió para que se dieran a conocer. Ahora dejaron sus chollos de ferretero, instalador de contadores de gas natural, soldador, ... porque les han ofrecido un contrato y han grabado varios discos. Ni que decir tiene que siguen estando a favor de la piratería aún sabiendo que palman pasta. También tienen claro que la figura del productor está perdiendo poder y ya no es necesario utilizarlos de puente de acceso al público. Cuentan en un futuro con publicar gratis para así recuperar lo perdido mediante conciertos que es lo que les gusta de verdad. Saben también que cuantas más opciones de ser escuchados mayor audiencia potencial en esos directos. ¿La futura labor del productor? más altruismo y menos marisco.