Aunque hace quince años uno ya era consciente de la revolución binaria dentro de la sociedad, no caí en la cuenta de la cantidad de profesiones que surgirían para en el futuro, a día de hoy, convertirse en fundamentales: community manager, computer assistant, freelance, webmaster, database programmer, digital editor, ... todas en inglés, que suenan con más solera, para que dentro de otros quince años sustituyan a los ya manidos cajera de supermercado, mozo de almacén o soldador, que han perdido galones y resultan hoy, en apariencia, primitivos trabajos comparándolos con estos chollos más cool.
Aunque uno ya viene de vuelta en el tema de los unos y los ceros, hay que reconocer la cantidad de empleos que se pueden conseguir controlando un poco del tema. No significa esto que no vaya a haber demanda de fontaneros, electricistas o pintores pero como en este país hemos tomado la decisión de pertenecer al grupo de naciones desarrolladas ya no podemos mantener la mano de obra barata ni empleos tercermundistas. El resultado de todo esto es una sociedad descastada, millones de personas en el paro y lo que es peor sin conocimiento del medio. Los empleos de la España de hoy ya no son los mismos que los de nuestros padres al igual que muchos empresarios no han sabido estar a la altura de los tiempos, progresando inadecuadamente en perjuicio de la demanda laboral. Los unos por los otros y la casa sin barrer.
Aunque las etapas de transición no duran toda la vida, debe ser duro de llevar si sólo tienes arena en los bolsillos y rencor en la sesera. Alguien tiene que pagar el pato por no asesorar al ciudadano en materia laboral y el pueblo en estos días de elecciones ha bajado el pulgar como en los tiempos del coliseo.