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martes, 22 de noviembre de 2011

La relojera del cuco

Este mediodía comentábamos mi hermana y yo un tema de actualidad si se le puede llamar así. Por motivos de sensibilidad, muchas empresas anunciantes han decidido vetar el espacio publicitario de un programa de televisión, con todo lo que representa en materia económica para la manutención del canal en la franja horaria en que lo emiten. Es una forma solidaria de contribuir al no todo vale para conseguir buenos índices de audiencia. Hasta aquí estoy de acuerdo pero....

...Si la memoria no me falla he visto entrevistas concedidas por asesinos a sueldo, narcotraficantes arrepentidos, usurpadores de personalidades, ladrones de todos los guantes, violadores, maltratadores, estafadores y cazadores de debilidades ajenas. En la mayoría de estos casos los supuestos/as han cobrado y se ha emitido publicidad en los cortes de los programas que les dan cabida. Mal hecho, sí, pero ocurre desde que tengo uso de razón.

Está claro que pagarle a una persona que ha contribuido a oscurecer la resolución de un asesinato por una cuestión de audiencia es tener poca sensibilidad con la familia pero ha habido hechos anteriores más graves y no se ha medido por el mismo rasero. Estaremos atentos a lo que sale por ahí a partir de ahora para alzar la voz, aunque sea menos democrático del color que yo lo veo.