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miércoles, 21 de septiembre de 2011

Esto no tenía que pasar

En alguna ocasión he comentado -hace año y nueve meses de aquello- lo bien que me encontraba después de la intervención artroscópica de mi hombro izquierdo. Ahora mismo no me duele nada físico -los calmantes tendrán algo que ver-, sólo el golpe moral de haberme luxado de nuevo este mediodía. Mala suerte y que me quiten lo bailao, para este otoño está la opción juegos de mesa como alternativa a tener en cuenta, incluso puede llegar a ser positivo para otras historias. Agradecer al colega que me trajo al hospital su interés, por el tipo de deporte que practicamos no es fácil salir del paso solo; aquí tienes un amigo para siempre.

Me gustaría recordar de nuevo lo bien que funciona la Seguridad Social en el trato humano, me refiero al personal. Entiendo que habrá gente que maldiga mis palabras, esto de lo que hablo se basa en mi experiencia como paciente, son estupendos, saben cual es su función y donde está la prioridad además de ser muy majos en general. La traumatóloga que me colocó el hombro ya lo había hecho en otra ocasión y aunque a primera vista no me reconoció -hará de aquella vez unos dos años y medio- yo sabía que estaba en buenas manos.

En cuanto al estado actual de mi hombro izquierdo que es lo que realmente me preocupa -más que nada por el trabajo-, espero recuperar mis ligamentos -están laxos- lo antes posible, creo por experiencia que es cosa de unos días, de todas formas cuento con ir mañana a trabajar. Otra cosa es el deporte, para eso va a tener que pasar mucho más tiempo.

Casi no hace falta comentar que recuerdo una y otra vez la maniobra que provocó la luxación y la cantidad de opciones que tenía como alternativa para ese mismo segundo. Una elección equivocada.