Hoy he ido a ver a un amigo. Me envió un sms para que le pasara unos temas que habíamos grabado hace algún tiempo. Dejamos de ensayar hace un año este mes, por diversos motivos uno de los miembros de la banda dijo que hasta aquí habíamos llegado. Desde ese día a dos de los integrantes -eramos cuatro- no les había vuelto a ver.
Se alegró un montón al verme -yo también de verlo a él-, nos dimos un sincero abrazo y yo quise ir al grano: le entregué las canciones y charlamos de lo nuestro. Según me comentó más tarde, para eso me llamaba.
Le pedí disculpas de antemano por no haber contactado nunca. Desde mi punto de vista era mejor dejarlo correr, nunca he hablado de esto con ninguno de ellos y, de hacerlo, intentaría no remover el tema, creo en el tiempo como estabilizador emocional de las relaciones personales. Él pensaba de forma similar, nos entendimos perfectamente, hablamos de quedar otro día para ver si se podía retomar algún camino hacia cualquier dirección. La verdad es que me apetece tocar con alguien de nuevo.
