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sábado, 17 de septiembre de 2011

Aquí, de tuteo

Hay momentos que uno siente el orgullo crecido por haberse sacrificado en conseguir algo, a veces son tonterías pero como cada loco va con su tema y el mío poco tiene que ver con la cosa material siento esa sensación, me gustaría explicarlo a ver si soy capaz.

Entreno duro para mejorar, no es una cuestión deportiva únicamente, es más bien un proceso personal, un complemento vital que muchos deportistas sienten por igual. Cuando uno alcanza una mejora, esa pequeña meta, va a por otra mayor para continuar con el progreso, creo que esta sensación no se perderá nunca mientras la salud nos respete, forma parte del entreno. Esas etapas que se van quemando son piezas de un sueño que a medida que se recorren cambia su perspectiva, y aunque no es igual que en origen, todavía permanece en esencia. Como hoy lo veo así es justo que lo escriba, quizá me sirva en un futuro bajón anímico, ahora a lo que iba.

De cuando en vez tengo la suerte de ver a pie de cancha la calidad de los que compiten al máximo nivel. Creo sinceramente que soy un tío realista, tengo claras mis cualidades -más bien mis defectos- y sé que estoy en otra división inferior pero para un currante como yo que practica en los ratos libres que le deja su trabajo no está mal. Hoy lo he visto -igual que ayer comprobé que los tres con los que estaba me estaban dando un repaso- y me volví contento -y tarde- al entorno laboral.