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sábado, 12 de junio de 2010

Fantasía digital

Entiendo que a un profano el tema de internet le pueda provocar un cierto pánico, lo que no me explico es que la alarma se extienda hasta gente con cierta experiencia. Internet es una agrupación de ordenadores creada con la finalidad de compartir información entre ellos, pues bien, esta finalidad sigue siendo la misma desde los años sesenta con la creación de Arpanet. La diferencia está a mi modo de ver en que la comunidad ha crecido, se ha desarrollado y multiplicado sus contenidos. Algo así como los seres vivos, internet es un ciberecosistema dónde al igual que en la naturaleza hay un cierto orden caótico: los bichos grandes se comen a los pequeños, hay especies peligrosas, unos para sobrevivir emigran, otros se someten y los más avispados se adaptan al medio. El comentario viene a cuento por la intención de la casa blanca de formar una especie de comité ejecutor, que si amenazando -por las buenas- a empresas disidentes no acatan la orden de cerrar sus webs, ellos apagan el machete y nos dejarán a la humanidad sin red; medidas supuestamente necesarias en esta época en que vivimos, no vaya a venir un hacker a manejar el planeta como Matthew Broderick en Juegos de Guerra.


El tema más que por la seguridad de la humanidad me da la impresión que viene dado bajo la presión de empresas potentes de la comunicación, multimedia y derivados que están viendo cómo la piratería transforma el mercado y sus beneficios merman considerablemente. Unas pérdidas de costes incalculables.


Mientras el ciudadano de a pie progresa adecuadamente en la búsqueda de información, a otros esta culturización los destroza porque rompe la cadena: A mayor ignorancia mayor beneficio.


La pelota está ahora en el otro tejado. ¿No habrá mejores maneras de perseguir a los malos?.