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martes, 1 de junio de 2010

Habitantes del pantano

Cuando la nueva hornada de ciberniños crezca, ya seré un pureta. Recuerdo cuando era pequeño, pertenecí a la generación del spectrum y el yogur así que cuando mi madre me contaba que en su casa, cuando era cría, se comía pollo dos o tres veces al año porque no había para más; que los cuartos de baño estaban fuera, llevando el agua calentada en olla para ducharse; que cuando algunos domingos juntaban el dinero ahorrado por todos y compraban dos milhojas más dos cocadas para repartir...a mí me resultaba difícil de comprender.


Todavía veo a los chavales de cerca pues sus gadgets, aficiones, preocupaciones y derivados son poco distantes de los de mi generación, incluso muchos de ellos se sienten identificados con nosotros, pero llegará el día en que una nueva era aparezca, la gente de mi quinta se convertirá en habitante del pantano y comprenderá lo que pasaron nuestros abueletes con la llegada de internet, el euro y la globalización. La castaña puede ser de aúpa.


Mientras, me dedico a contemplar lo que ocurre por ahí, como cualquiera. Lo que no quiero es perder este escalón en el que me encuentro, que si mañana el mundo avanza otro, no me saque mucha ventaja.