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miércoles, 9 de junio de 2010

Cuando éramos viejos

- ¿Te acuerdas?, ¡qué tiempos vividos!, ha sido una pena no haber sabido de aquella lo que sabemos hoy....si no tuviésemos ochenta y largos aún me pegaría una carrerita en bicicleta por la costa porque hoy es un día perfecto.

- ¡Sería perfecto con cuarenta años menos!, ¡quién fuera joven de nuevo!.

- Una pregunta...¿ Te arrepientes de no haber hecho cosas que por un motivo u otro hayas dejado de hacer?.

- Buff, millones. En mi época teníamos acceso a cualquier historia y yo, por pereza o timidez, siempre decía que no a todo. Nunca fui atrevido sino más bien cobarde. A medida que me iba haciendo viejo y quedándome sin fuerzas más me arrepentía de no tomar otras decisiones con anterioridad. Ahora todo eso pesa. Gracias que la salud sí me ha acompañado, no he sufrido grandes desgracias. Estoy lúcido y sano que ya es bastante. Y tú, la vida que has llevado... ¿Estás conforme?.

- Sí, ya sabes que de salud siempre me ha ido regular tirando a mal y en cuestión de palos me han dado por todos lados pero creo que uno tiene que adaptarse a su carcasa, aceptarse y ser valiente. Aquí estoy, vejete, en silla de ruedas y contento de lo que he vivido. Parece poco pero a estas alturas es lo que me queda, recuerdos.

- Joder, pues si que tienes autoestima. Lo que me falta a mí, a tí te sobra y lo que no tienes, lo tengo yo.

- No lo veo así, no es cuestión de desear lo que no hay. No puedo ser rey de oros entonces no lo anhelo. Si sólo soy un paje pues por lo menos orgulloso de ello. Adaptación al medio, como los animales.

- Que bien hablas, el problema es llevar a la práctica lo que dices.

- Ahí si que te doy la razón, la paciencia y la constancia son piedra principal del objetivo a lograr. Uno no nace, se hace.

- ¡Si supiera esto antes!.

- Has tenido ochenta largos años para intentarlo. En otra vida será.

- Pues tendré que conformarme aunque me has deprimido más de lo que estaba.

- No me hubieses preguntado.

- No tío, me has preguntado tú a mí.

- Huy, perdona, ya sabes, el Alzheimer.

- Claro, perdonado.